Una de las primeras y positivas acciones de la actual gestión municipal, fue la instalaciónde basureros en distintos lugares del centro cívico de Trujillo
Son pequeños recipientes metálicos movibles, para facilitar vaciar los desperdicios dándoles vuelta, sostenidos por dos barras del mismo material.
El propósito, desde todo punto de vista, es encomiable, pues sirve para que los transeúntes depositen los elementos inservibles, evitando arrojarlos a la vía pública.
De esa manera, tal como ocurre en otras ciudades del mundo, se promueve la limpieza de las calles.
Sin embargo, por razones inexplicables, tales adminículos han comenzado a desaparecer en las últimas semanas.
Como el que estuvo colocado en la intersección de los jirones Diego de Almagro y Pizarro, al costado del local del ex Centro Viejo y cerca de la iglesia de
En esa esquina, algún sujeto sustrajo la caja de metal, quedando sólo los soportes verticales.
Ahora los dos tubos lucen doblados hacia un costado, en sentido del tránsito vehicular indicando que, posiblemente, un piloto perdió el control y subió a la vereda.
Carencia completa de conciencia cívica del primero e imperdonable irresponsabilidad del conductor.
Fatalmente, esa es la funesta imagen de Trujillo metropolitano.
La competencia escapa a las autoridades edilicias y recae, de manera directa, en la insensatez de algunos ciudadanos.
Y nos obliga a formularnos la interrogante: ¿Dónde está el bendito basurero…?
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