Ante la crisis económica mundial originada, en parte, por el incontenible desequilibrio financiero griego, varias potencias europeas adoptaron medidas radicales empezando por disminuir los sueldos públicos.en un apreciable porcentaje.
En España, la remuneración de los funcionarios, cuyo número asciende a más de dos milllones y medio de empleados dependientes del poder, fue recortada en un cinco por ciento.
Mientras que en quienes desempeñan los cargos de gobierno, la histórica medida asciende al quince por ciento.
Según fuentes oficiales, la disposición está orientada a atenuar el déficit presentado y ha sido calificada como un “esfuerzo especial, singular y extraordinario”.
Frente al mismo panorama, una de las primeras acciones del mando británico fue la rebaja del cinco por ciento en la mensualidad del gabinete.
Simultáneamente, se acordó la congelación del sueldo de los parlamentarios.
En lo que respecta al Perú, advirtiendo el peligro de una nueva crisis económica internacional se ordenó limitar el gasto público para evitar posibles problemas inflacionarios.
Sin embargo, a diferencia de las naciones del Viejo Continente, cuyos gobernantes empezaron dando el ejemplo, para nada se ha considerado la reducción del salario del Presidente, los ministros, ni los congresistas.
Justo quienes, por sus elevados sueldos, están en condiciones de soportar el más amenazador desequilibrio mometario.
Lo contradicctorio es que tampoco se ha programado el mínimo incentivo en la escala de remuneraciones en ningún sector de la población laboral para tratar de hacer frente a la difícil situación.
Conste que el sueldo mínimo se encuentra congelado desde hace muchos años, a pesar que el costo de vida se incrementa de manera progresiva.
Naciones mucho más poderosas que la nuestra, conscientes de la privilegiada posición de sus estamentos gubernamentales, han recortado sus ingresos dando significativas nuestras de austeridad.
¿Podremos esperar similar actitud de desprendimiento en las altas esferas del estado y el Parlamento nacional….?
Amigo lector, usted que conoce con amplitud la idiosincrasia de los conductores del país, tiene la respuesta…
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