lunes, 2 de febrero de 2009

URGENTE: ¡REORDENAR EL TRANSPORTE PÚBLICO…!


Taxis estacionados en la vía para peatones y, empezando la cuadra, micros subiendo pasajeros. Triste imagen de la avenida España...

Es la intersección de la primera cuadra de Pizarro con la avenida España. El punto más cercano a la plaza de armas de Trujillo.

Los vehículos transitan en toda dirección en dos o tres carriles. Micros, combis, colectivos, taxis, la mayoría muy viejos y uno que otro particular, son los protagonistas.

Muchos, vacíos a medias, se estacionan en las esquinas. Los que están atrás, repletos, hacen esfuerzos para avanzar, pero no pueden. La vía está copada, aunque el semáforo esté en verde.

Irrumpe un micro que se ubica en media pista donde los pasajeros bajan y suben arriesgando su vida. Cruza la calzada, pero al empezar vuelve a parar e ingresa otra persona.

Bocinas por acá. Sirenas por allá y humo negro altamente contaminante enrarecen el ambiente ante el calcinante sol del mediodía.

Todo es desorden y confusión, agravado por la ausencia policial. La escena se repite en todas las intersecciones con Ayacucho, Bolívar, Independencia, San Martín hasta Pedro Muñiz, al igual que en la avenida España Este.

Los vehículos de transporte público se detienen donde se les antoja a los conductores y a los usuarios. Ambos deben ser sancionados.

El interior de los micros, que apenas tienen capacidad para siete u otro personas, son trasladadas veinte o más, incluyendo las que van de pie, pese a estar prohibido. Pero no pasa nada.

Existe un importante plan vial de la Municipalidad Provincial de Trujillo presentado en sesión ante el pleno del concejo, pero es a largo, muy largo plazo. Diez o más años.

Ell notable aumento del parque automotor y la misma población, exigen medidas inmediatas para evitar el caos vehicular que es evidente.

Sobre la base de las líneas existentes, es imprescindible fijarles paraderos fijos cada dos o tres cuadras donde la gente esperará formando ordenadas colas.

En esa forma, los que paran en una esquina, no lo harán en la siguiente y así sucesivamente. Tal como existe en Lima y las grandes capitales del mundo.

Trujillo es una ciudad culta. Lo acaba de demostrar con el reciente Concurso Nacional de la Marinera y la IV Feria del Libro.

Pero tuvimos que pasarnos la saliva cuando los ilustres visitantes constataron el triste y primitivo espectáculo ofrecido por el transporte masivo.

Acabemos con esta imagen que se está convirtiendo en una lacra para los trujillanos.

Aún estamos a tiempo. Tratemos de darle solución. Las autoridades municipales, con el apoyo de la Policía Nacional, tienen la palabra.

No condenemos a las nuevas generaciones de jóvenes y niños a recibir este negativo rezago de nuestra parte. Ellos, no se lo merecen…

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