El cometa Lulin captado en Nueva México, Estados Unidos… (Richard Richens)
Después de los asteroides, no hay cuerpos celestes más bellos que los cometas.
Ambos son luminosos. Los primeros se incendian a raíz de violento roce con las capas superiores de la atmósfera y los siguientes, se iluminan según su cercanía al Sol.
Desde los albores de la humanidad, los cometas siempre concitaron la atención de los seres humanos.
Durante milenios se les consideró como presagio de maldiciones y posibles catástrofes.
En la actualidad, constituyen motivo de admiración y mantienen un permanente misterio intrínseco que aún no ha podido ser descifrado.
Sin embargo, se sabe que están constituidos por hielo y rocas que se movilizan alrededor del Sol formando órbitas elípticas.
En ese impresionante movimiento, al llegar a sus inmediaciones, el astro azota su núcleo originando la característica cola formada de polvo y gas ionizado.
La humanidad entera es partícipe en estos días de la visita del cometa Lulin, que puede observarse, durante casi toda la noche, desde lugares oscuros.
Para lograrlo es indispensable un mapa estelar, prismáticos de gran abertura y mucha perseverancia.
Ahora mismo está ubicado a ciento ochenta grados alrededor del Sol y a una distancia de medio Año Luz de la Tierra.
Exhibe una polvorienta cola amarilla que por momentos se convierte en azulgrana resplandeciente.
En estos días, el Lulin se ubica en el punto más cercano a nuestro planeta, pero sólo por corto tiempo. Luego empezará a alejarse.
Así, en las próximas semanas, irá perdiendo paulatinamente la hermosura que le brinda su brillo y resplandor para desvanecerse en la inmensidad del universo.
Cuando sea el momento de retornar, definitivamente quienes formamos parte de la generación actual, no estaremos para describirlo....
Ambos son luminosos. Los primeros se incendian a raíz de violento roce con las capas superiores de la atmósfera y los siguientes, se iluminan según su cercanía al Sol.
Desde los albores de la humanidad, los cometas siempre concitaron la atención de los seres humanos.
Durante milenios se les consideró como presagio de maldiciones y posibles catástrofes.
En la actualidad, constituyen motivo de admiración y mantienen un permanente misterio intrínseco que aún no ha podido ser descifrado.
Sin embargo, se sabe que están constituidos por hielo y rocas que se movilizan alrededor del Sol formando órbitas elípticas.
En ese impresionante movimiento, al llegar a sus inmediaciones, el astro azota su núcleo originando la característica cola formada de polvo y gas ionizado.
La humanidad entera es partícipe en estos días de la visita del cometa Lulin, que puede observarse, durante casi toda la noche, desde lugares oscuros.
Para lograrlo es indispensable un mapa estelar, prismáticos de gran abertura y mucha perseverancia.
Ahora mismo está ubicado a ciento ochenta grados alrededor del Sol y a una distancia de medio Año Luz de la Tierra.
Exhibe una polvorienta cola amarilla que por momentos se convierte en azulgrana resplandeciente.
En estos días, el Lulin se ubica en el punto más cercano a nuestro planeta, pero sólo por corto tiempo. Luego empezará a alejarse.
Así, en las próximas semanas, irá perdiendo paulatinamente la hermosura que le brinda su brillo y resplandor para desvanecerse en la inmensidad del universo.
Cuando sea el momento de retornar, definitivamente quienes formamos parte de la generación actual, no estaremos para describirlo....
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