jueves, 12 de febrero de 2009

ENAMORADOS, MATRIMONIOS Y DIVORCIOS…


San Valentín es patrón de Trujilllo y los enamorados...

Dos conmemoraciones importantes se recuerdan mañana. Son los festejos de San Valentín, Patrón de la ciudad de Trujillo y es el Día de los Enamorados y la amistad.

No vamos a detenernos en evocar los orígenes de esta celebración especial para los jóvenes y todas las parejas en general ya que es muy conocida.

Queremos analizar aquel dulce sentimiento que envuelve a dos seres de uno y otro sexo que, por situaciones del azar, se conocieron y permitieron que naciera el amor.

Son los momentos más placenteros en la vida de las personas. Aquellos que les permiten alcanzar la felicidad, según la apreciación de los especialistas.

No existe regla o tabla alguna que fije un tiempo determinado para estar enamorados y convertirse en novios para, finalmente, decidir contraer matrimonio.

Sin embargo, la experiencia demuestra que debe darse un período prudencial que permita conocerse de verdad para evitar arrepentirse más tarde.

Este proceso es fundamental y debe servir para someter a los futuros cónyuges a todas las pruebas posibles.

No olvidemos que las nupcias constituyen el paso inicial para la formación de la familia que es la célula fundamental de la sociedad.

De lo contrario, estaremos lamentando separaciones por mutuo acuerdo, como los ochenta mil divorcios que se deben registrar este año en el país, según informe del Instituto Peruano de Administración Municipal.

La misma fuente revela que las cifras van en aumento, sobre todo en los cónyuges que son menores de los treinta años.

Las disoluciones se verán facilitadas en el futuro con la gestión rápida efectuada ante el municipio o notario, sin necesidad de abogado, que aún no se ha generalizado.

Según los expertos, la mayoría de parejas que deciden volver a la soltería no llegan a adaptarse a los tres primeros años de relación, que son los más difíciles.

Añaden que, casi todos, se casan sin haber agotado las fases indispensables y suficientes para conocerse y comprenderse íntegramente.

Al respecto es oportuno resaltar que las historias de romance casi siempre concluyen cuando los protagonistas contraen matrimonio.

Sin embargo, es necesario reconocer que, con ese acto, apenas se inicia una nueva y totalmente desconocida etapa en la vida de los flamantes esposos.

Y si a este panorama
se agrega la falta de madurez, el futuro se presenta incierto.

Nuestro comentario no es para desanimar a nadie. Mucho menos a los enamorados. Al contrario. Tómenlo sólo como un consejo.

Simplemente que, si deciden casarse háganlo con el corazón, pero sin perder la cabeza…

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