Educar a la población a proteger su vida y usar los recursos existentes, es una de las funciones de los medios de comunicación...
Los medios de comunicación masiva reciben ese nombre debido a su carácter envolvente, diversificador y expansivo a la vez.
Por su propia naturaleza, están en condiciones de llegar a todos o casi todos los estratos de la sociedad.
En tal sentido, su función en la formación de la conciencia colectiva es fundamental.
Por la misma razón, es indispensable que los contenidos que trasmitan sean lo más apropiados posible.
En lo que respecta al Perú, remitiéndonos sólo a la televisión, la programación de la mayoría de los canales es netamente de entretenimiento.
Enlatados, telenovelas, películas, espacios de farándula a granel y uno que otro noticiero.
Hace varios meses, dos experimentados periodistas capitalinos. Un caballero y una joven iniciaron la conducción de un nuevo espacio televisivo.
El entusiasmo propio de algo nuevo se vino abajo el mismo día de la inauguración. Resultó uno más de los existentes. Estaba dedicado al espectáculo.
Dos mentes frescas del periodismo nacional, perdidas en entrevistas insustanciales y, como es lógico, sin aportar nada a nadie.
Sin embargo, el sábado pasado cambió todo. Los referidos profesionales, a la misma hora, modificaron el contenido de los anteriores mensajes.
Empezaron haciendo una campaña para advertir a la gente el peligro que significa atravesar una congestionada avenida limeña, existiendo un puente peatonal muy cerca.
Ese día se supo que existe una multa de treintiocho soles, que inexplicablemente no se aplica, a quienes se arriesgan su vida en esa forma.
Luego revelaron el informe de una actriz que vivió durante tres días con una humilde ama de casa y sus dos hijos, dedicados a recoger basura reciclable.
No poder dormir por el ruido de las ratas, el peligro de las arañas y el sacrificio que significa escoger los vidrios, cartones y plásticos entre los deshechos, conmovió a todos.
Conducidos los protagonistas al set del canal, los invitados terminaron por hacer varios obsequios a la familia, entre lo que destacó una casa pre-fabricada.
En ambos casos, las imágenes fueron impactantes y es seguro que harán reflexionar a muchos de nosotros acerca de la realidad que vivimos.
Todo gracias a los conductores de un programa televisivo que recapacitaron en torno a la verdadera función de los medios de comunicación.
Ojalá que otros espacios televisivos nacionales imiten el ejemplo y al tiempo de informar y orientar, también eduquen y aporten, algo que se hace tan necesario en países subdesarrollados como el nuestro….
Por su propia naturaleza, están en condiciones de llegar a todos o casi todos los estratos de la sociedad.
En tal sentido, su función en la formación de la conciencia colectiva es fundamental.
Por la misma razón, es indispensable que los contenidos que trasmitan sean lo más apropiados posible.
En lo que respecta al Perú, remitiéndonos sólo a la televisión, la programación de la mayoría de los canales es netamente de entretenimiento.
Enlatados, telenovelas, películas, espacios de farándula a granel y uno que otro noticiero.
Hace varios meses, dos experimentados periodistas capitalinos. Un caballero y una joven iniciaron la conducción de un nuevo espacio televisivo.
El entusiasmo propio de algo nuevo se vino abajo el mismo día de la inauguración. Resultó uno más de los existentes. Estaba dedicado al espectáculo.
Dos mentes frescas del periodismo nacional, perdidas en entrevistas insustanciales y, como es lógico, sin aportar nada a nadie.
Sin embargo, el sábado pasado cambió todo. Los referidos profesionales, a la misma hora, modificaron el contenido de los anteriores mensajes.
Empezaron haciendo una campaña para advertir a la gente el peligro que significa atravesar una congestionada avenida limeña, existiendo un puente peatonal muy cerca.
Ese día se supo que existe una multa de treintiocho soles, que inexplicablemente no se aplica, a quienes se arriesgan su vida en esa forma.
Luego revelaron el informe de una actriz que vivió durante tres días con una humilde ama de casa y sus dos hijos, dedicados a recoger basura reciclable.
No poder dormir por el ruido de las ratas, el peligro de las arañas y el sacrificio que significa escoger los vidrios, cartones y plásticos entre los deshechos, conmovió a todos.
Conducidos los protagonistas al set del canal, los invitados terminaron por hacer varios obsequios a la familia, entre lo que destacó una casa pre-fabricada.
En ambos casos, las imágenes fueron impactantes y es seguro que harán reflexionar a muchos de nosotros acerca de la realidad que vivimos.
Todo gracias a los conductores de un programa televisivo que recapacitaron en torno a la verdadera función de los medios de comunicación.
Ojalá que otros espacios televisivos nacionales imiten el ejemplo y al tiempo de informar y orientar, también eduquen y aporten, algo que se hace tan necesario en países subdesarrollados como el nuestro….
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