Poderoso tanque de guerra ruso que se exhibe en una de las frecuentes ferias de armas que promueven su venta para destruir a la humanidad...
Cuando la población mundial afronta los estragos de la crisis financiera internacional, los peligros del cambio climático y la amenaza latente de la gripe AH1N1, un informe especial revela una funesta realidad.
El Stockholm Internacional Peace Reseach Institute acaba de anunciar que la transferencia de armas aumentó un veintiuno por ciento en el último quinquenio.
Tal organismo, que fue creado en Suecia en 1966 en conmemoración de los ciento cincuenta años sin conflictos armados, posee la mayor base de datos sobre el particular.
Un vocero autorizado afirmó que el período comprendido entre los años 1999 y el 2003 fue muy favorable, pues el negocio de las armas de guerra descendió a los niveles de 1960.
Fatalmente, en el quinquenio del 2003 al 2008, se elevó de manera alarmante hasta alcanzar el inquietante porcentaje mencionado.
El primer país exportador de armamento es Estados Unidos con el treinta y uno por ciento de las ventas en el mercado.
Siguen en escala descendente Rusia, Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda e Italia.
Mientras que entre los principales compradores figuran: China, India, Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur, Grecia, Israel, Turquía, Egipto, Australia y Chile, que ocupa el primer lugar entre las naciones latinoamericanas.
De otro lado, debido posiblemente al impacto de la crisis, los países que redujeron sus gastos en el rubro bélico son: Brasil, Indonesia, Malasia y Marruecos.
Según la opinión de los expertos, en momentos que el mundo está empeñado en la búsqueda de soluciones integrales a los problemas globales, es lamentable que algunos estados se orienten en la carrera armamentista, desoyendo el clamor universal.
Es inconcebible que, cuando se exige unión, comprensión, cooperación y todos los elementos convenientes para integrar, haya quienes se orienten hacia los conflictos que terminan por poner en peligro la paz mundial.
Mucho más, si se sabe que desde los disparos más simples, que constituyen las balas, hasta las producidas por las grandes explosiones y bombas, sirven para envenenar aún más la atmósfera terrestre.
Es muy difícil aceptar la idea que el comercio de armas sea una actividad lícita. Algo ilógico, porque sólo sirve para legalizar la lucha a muerte entre los seres humanos.
Igualmente es inaudito que la humanidad se arme hasta los dientes para luchar y destruir a sus semejantes. Para exterminarnos entre sí. ¡Increíble...!
Mucho más si sabemos la trágica secuela de las guerras como muerte, destrucción, pérdidas en todos los aspectos, orfandad y dolor, mucho dolor
Si hay gobiernos que, cegados por completo, piensan únicamente en las acciones beligerantes. ¿A dónde nos estamos encaminando realmente…?
Cuando la población mundial afronta los estragos de la crisis financiera internacional, los peligros del cambio climático y la amenaza latente de la gripe AH1N1, un informe especial revela una funesta realidad.
El Stockholm Internacional Peace Reseach Institute acaba de anunciar que la transferencia de armas aumentó un veintiuno por ciento en el último quinquenio.
Tal organismo, que fue creado en Suecia en 1966 en conmemoración de los ciento cincuenta años sin conflictos armados, posee la mayor base de datos sobre el particular.
Un vocero autorizado afirmó que el período comprendido entre los años 1999 y el 2003 fue muy favorable, pues el negocio de las armas de guerra descendió a los niveles de 1960.
Fatalmente, en el quinquenio del 2003 al 2008, se elevó de manera alarmante hasta alcanzar el inquietante porcentaje mencionado.
El primer país exportador de armamento es Estados Unidos con el treinta y uno por ciento de las ventas en el mercado.
Siguen en escala descendente Rusia, Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda e Italia.
Mientras que entre los principales compradores figuran: China, India, Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur, Grecia, Israel, Turquía, Egipto, Australia y Chile, que ocupa el primer lugar entre las naciones latinoamericanas.
De otro lado, debido posiblemente al impacto de la crisis, los países que redujeron sus gastos en el rubro bélico son: Brasil, Indonesia, Malasia y Marruecos.
Según la opinión de los expertos, en momentos que el mundo está empeñado en la búsqueda de soluciones integrales a los problemas globales, es lamentable que algunos estados se orienten en la carrera armamentista, desoyendo el clamor universal.
Es inconcebible que, cuando se exige unión, comprensión, cooperación y todos los elementos convenientes para integrar, haya quienes se orienten hacia los conflictos que terminan por poner en peligro la paz mundial.
Mucho más, si se sabe que desde los disparos más simples, que constituyen las balas, hasta las producidas por las grandes explosiones y bombas, sirven para envenenar aún más la atmósfera terrestre.
Es muy difícil aceptar la idea que el comercio de armas sea una actividad lícita. Algo ilógico, porque sólo sirve para legalizar la lucha a muerte entre los seres humanos.
Igualmente es inaudito que la humanidad se arme hasta los dientes para luchar y destruir a sus semejantes. Para exterminarnos entre sí. ¡Increíble...!
Mucho más si sabemos la trágica secuela de las guerras como muerte, destrucción, pérdidas en todos los aspectos, orfandad y dolor, mucho dolor
Si hay gobiernos que, cegados por completo, piensan únicamente en las acciones beligerantes. ¿A dónde nos estamos encaminando realmente…?
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