La campaña contra la contaminación sonora empezó en Lima. Trujillo debe seguir el ejemplo...
Uno de los más serios problemas,
superado en otros países, que afectan a Trujillo, es el uso indebido del claxon
por los conductores de vehículos.
En sucesivos artículos publicados
por Prensa Virtual Trujillo hemos abordado el tema debido al elevado riesgo que significa para
la población.
Está comprobado que las bocinas
generan enfermedades graves como estrés, irritación, dolor de cabeza,
nerviosismo, violencia y otros males más, incluso en los propios pilotos.
A pesar de eso, desde hace mucho tiempo persiste la mala costumbre
de utilizarlas.
Además de las innecesarias sirenas y cornetas (?) que deben ser eliminadas de
inmediato porque existen normas que las prohíben.
La situación es tan grave que
escuchar el estridente sonido, producido por taxis, combis y buses, es común en
cualquier zona donde uno se encuentre.
No importa que sea cerca a un
hospital, clínica, centro educativo, asilo de ancianos o lugar de reposo.
O simplemente en la ciudad, pues aún
estando dentro de su hogar, usted puede ser sorprendido en forma súbita por un
bocinazo o alguien lo utiliza para llamar al amigo, en vez de bajarse y tocar
la puerta de la casa.
Qué decir de los taxistas quienes,
en su desesperación por buscar pasajeros, no han encontrado mejor manera que
usarlo en su lento recorrido.
Conscientes de su misión, el SEGAT y
organizaciones como Trujillo Ahora, han realizado estudios sobre el particular,
así como labores de concienciación en los choferes.
El resultado es que aquí se superan todos
los estándares máximos establecidos a nivel mundial y la contaminación sonora
nos agobia.
Como lo hemos señalado antes. Basta
de investigaciones como las que efectúa una comisión del ministerio del Medio
Ambiente.
Solo queda hacer cumplir la ley y
sancionar a los infractores.
La Municipalidad Provincial de Lima
nos acaba de dar el ejemplo. Después de una labor de sensibilización sobre la
prohibición, empezó a aplicar las multas.
Agentes de la policía e inspectores
edilicios, ubicados en once puntos de la avenida Abancay, iniciaron su tarea
para poner orden en la capital.
La papeleta, para los olvidadizos,
es de ciento cuarentaiocho soles.
Funcionarios de la comuna limeña han
solicitado a los distritos aledaños unirse a la importante campaña en favor de
la salud de la ciudadanía. Hagamos nuestro ese plausible llamado.
Trujillo puede ser mucho mejor si
cada uno de nosotros empezamos a cumplir las disposiciones y respetamos a los
demás. ¿Acaso es demasiado pedir…?
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