Gracioso cartel utilizado en Japón para orientar respecto al cuidado que se debe tener antes de cruzar una calle...
Gran porcentaje de la prestancia y el orden en las ciudades está representado por la forma correcta en que se movilizan los vehículos y los caminantes.
Para regular la circulación de automotores y peatones existen las señales de tránsito representadas por los semáforos, parantes y el área apropiada para la movilización de las personas.
Sin embargo, hay países que se esfuerzan por trasmitir los mensajes de circulación a todas las edades, incluyendo los niños.
Como ocurre en Japón, donde se emplean gráficas y escritos en lectura comprensible para orientar a los menores.
Una muestra de lo que decimos es el cartel que exhiben algunas calles que carecen de semáforos.
En escritura hiragana, la más fácil de leer en relación con los kanjis, consta la palabra tomare, con letras muy grandes que significa: pare, deténgase.
Al centro figura la imagen de un oso panda bebé, propio del continente asiático, moviendo la cabeza a ambos lados.
De arriba abajo se lee a un costado: Hidari o mite y al otro lado: Migi o mite.
La traducción exacta es: Mire a la izquierda y Mire a la derecha.
Esta clase de carteles de orientación vial existen en la mayoría de calles y son colocados por los yacubá o municipios distritales.
Por más graciosos o infantiles que parezcan, son observados y respetados por choferes y viandantes.
Dicho sea de paso, el índice de accidentes de tránsito en los centros urbanos y carreteras del archipiélago es muy reducido.
Los conductores cumplen con admirable estrictez las reglas de tránsito en todo lugar.
Al mismo tiempo, las sanciones son sumamente severas. Por ejemplo, si un chofer es sorprendido en estado de ebriedad, la policía lo detiene, decomisa el brevete y es sometido a juicio.
En la mayoría de los casos es condenado a permanecer un tiempo en la cárcel.
Ahí no queda todo, las personas que lo acompañaron, aunque no hayan bebido, también deben cancelar una fuerte multa como sanción para no volver a cometer el error de subir.
En realidad, aún hay mucho que aprender de los países desarrollados…
Para regular la circulación de automotores y peatones existen las señales de tránsito representadas por los semáforos, parantes y el área apropiada para la movilización de las personas.
Sin embargo, hay países que se esfuerzan por trasmitir los mensajes de circulación a todas las edades, incluyendo los niños.
Como ocurre en Japón, donde se emplean gráficas y escritos en lectura comprensible para orientar a los menores.
Una muestra de lo que decimos es el cartel que exhiben algunas calles que carecen de semáforos.
En escritura hiragana, la más fácil de leer en relación con los kanjis, consta la palabra tomare, con letras muy grandes que significa: pare, deténgase.
Al centro figura la imagen de un oso panda bebé, propio del continente asiático, moviendo la cabeza a ambos lados.
De arriba abajo se lee a un costado: Hidari o mite y al otro lado: Migi o mite.
La traducción exacta es: Mire a la izquierda y Mire a la derecha.
Esta clase de carteles de orientación vial existen en la mayoría de calles y son colocados por los yacubá o municipios distritales.
Por más graciosos o infantiles que parezcan, son observados y respetados por choferes y viandantes.
Dicho sea de paso, el índice de accidentes de tránsito en los centros urbanos y carreteras del archipiélago es muy reducido.
Los conductores cumplen con admirable estrictez las reglas de tránsito en todo lugar.
Al mismo tiempo, las sanciones son sumamente severas. Por ejemplo, si un chofer es sorprendido en estado de ebriedad, la policía lo detiene, decomisa el brevete y es sometido a juicio.
En la mayoría de los casos es condenado a permanecer un tiempo en la cárcel.
Ahí no queda todo, las personas que lo acompañaron, aunque no hayan bebido, también deben cancelar una fuerte multa como sanción para no volver a cometer el error de subir.
En realidad, aún hay mucho que aprender de los países desarrollados…
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