Portadas de la revista Selecciones que estaba por cumplir un siglo de vida. Su editorial Reader's Digest se declaró en quiebra...
Nacimos cuando ya circulaba. Fue una de nuestras primeras lecturas. Su tamaño-bolsillo la convirtió aún más popular. Era la revista Selecciones.
La publicación más leída del mundo caracterizada por su lenguaje sencillo y directo que tanto influyó en mi predilección por la lectura y, en la edad escolar, por la escritura.
Cada mes era adquirida por mi hermano mayor Rogger, quien tenía una invalorable colección empastada en tomos, algunos de los cuales aún conservo.
Sus historias de la vida real, reportajes de actualidad, avances médicos, temas de salud, frases célebres, anécdotas y amenidades, siempre resultaron impactantes.
Bajo el lema de informa, enriquece, entretiene e inspira Selecciones fue el best seller de la infancia y juventud de varias generaciones. Sus temas fueron preparados con mucha dedicación y la intención de dejar huella.
Divulgada por la editorial Reader’s Digest Asociation Inc., combinando sus lanzamientos, alcanzó la astronómica cifra de cien millones de lectores.
Ninguna publicación logró significar competencia para Selecciones. Ni siquiera la espectacular y amena Life.
Con el advenimiento de la informática, se vio obligada a ingresar al ciber-espacio. Sin embargo, en el mes de junio pasado dejó de ser actualizada.
Las razones podían ser entendibles en base a las palabras de uno de sus directores: “La publicidad cae, la circulación, también. Existe la alternativa del Internet de donde la gente extrae información..."
Eran las más evidentes manifestaciones de la crisis financiera internacional, a la que no puede sustraerse ni la más poderosa de las empresas.
La famosa compañía fundada en 1922, que publica más de cincuenta ediciones de Selecciones en diferentes idiomas y otras cuarenta y cuatro revistas, recibió el impacto del problema económico y terminó declarándose en quiebra.
Actualmente se debate en la angustia de superar el recorte de las inversiones en publicidad y las dificultades en su capacidad de impresiones para saldar el défocit.
Para superar el difícil momento representado por millones de dólares de deudas acaba de lanzar un grito de auxilio.
Solicita al gobierno norteamericano un préstamo que aún no se sabe si le será concedido.
El gigante editorial del siglo pasado que hizo leer a medio mundo, hoy pide ayuda para no perecer.
Una muestra que en el planeta Tierra que habitamos todo puede suceder y, especialmente, que nada es perdurable…
La publicación más leída del mundo caracterizada por su lenguaje sencillo y directo que tanto influyó en mi predilección por la lectura y, en la edad escolar, por la escritura.
Cada mes era adquirida por mi hermano mayor Rogger, quien tenía una invalorable colección empastada en tomos, algunos de los cuales aún conservo.
Sus historias de la vida real, reportajes de actualidad, avances médicos, temas de salud, frases célebres, anécdotas y amenidades, siempre resultaron impactantes.
Bajo el lema de informa, enriquece, entretiene e inspira Selecciones fue el best seller de la infancia y juventud de varias generaciones. Sus temas fueron preparados con mucha dedicación y la intención de dejar huella.
Divulgada por la editorial Reader’s Digest Asociation Inc., combinando sus lanzamientos, alcanzó la astronómica cifra de cien millones de lectores.
Ninguna publicación logró significar competencia para Selecciones. Ni siquiera la espectacular y amena Life.
Con el advenimiento de la informática, se vio obligada a ingresar al ciber-espacio. Sin embargo, en el mes de junio pasado dejó de ser actualizada.
Las razones podían ser entendibles en base a las palabras de uno de sus directores: “La publicidad cae, la circulación, también. Existe la alternativa del Internet de donde la gente extrae información..."
Eran las más evidentes manifestaciones de la crisis financiera internacional, a la que no puede sustraerse ni la más poderosa de las empresas.
La famosa compañía fundada en 1922, que publica más de cincuenta ediciones de Selecciones en diferentes idiomas y otras cuarenta y cuatro revistas, recibió el impacto del problema económico y terminó declarándose en quiebra.
Actualmente se debate en la angustia de superar el recorte de las inversiones en publicidad y las dificultades en su capacidad de impresiones para saldar el défocit.
Para superar el difícil momento representado por millones de dólares de deudas acaba de lanzar un grito de auxilio.
Solicita al gobierno norteamericano un préstamo que aún no se sabe si le será concedido.
El gigante editorial del siglo pasado que hizo leer a medio mundo, hoy pide ayuda para no perecer.
Una muestra que en el planeta Tierra que habitamos todo puede suceder y, especialmente, que nada es perdurable…
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