El ratón es el amigo inseparable y fiel de quienes estamos diariamente inmersos en el apasionante mundo de la informática...El mundo de la informática trajo con la computadora un original dispositivo externo cuya labor es imprescindible para ejercer la más mínima función: el mouse o ratón.
Fabricado para ser utilizado con una de las manos, los movimientos ejecutados se reflejan en el monitor a través de una flechita o puntero.
Su nombre se debe al ingenio de un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford quienes quedaron sorprendidos por el largo cable que lo conectaba, mediante un puerto USB, al ordenador.
La graciosa denominación fue aceptada de inmediato, se generalizó pronto y se mantiene hasta la actualidad.
Con la aparición de las laptop u ordenadores portátiles, trató de eliminarse su empleo colocándose una pequeña pantalla táctil en la parte baja del teclado.
Sin embargo, al disponerse de varias entradas USB, permite la incorporación del ratón demostrando que su preferencia continúa vigente.
Tanto, que el Diccionario Panhispánico, como el Diccionario de Dudas han incluido ambos términos con similar significado.
Los expertos sostienen que, con el tiempo, los estudios estarán orientados a suprimir el uso del aditamento.
Existe el propósito que el cursor se accione únicamente al compás del movimiento de los ojos o, tal vez, reconociendo la voz de su propietario.
Pero no hay nada concreto hasta ahora, lo que indica que aún le quedan varios años de vida.
Mientras tanto, allí está el ratón. Compañero adjunto a la computadora y amigo íntimo de nosotros, quienes lo tenemos siempre al costado nuestro.
Porque para millones de personas, el ordenador se ha convertido en la ventana inmediata del hogar al mundo entero.
Y, al mismo tiempo, en el receptáculo y trasmisor del acontecer mundial mediante las informaciones trasmitidas on line por los más diversos medios.
Todo el universo al alcance, sólo al comprimir suavemente en la mano, con especial cariño, a ese aparatito que nos mide la temperatura y tersura o rugosidad de nuestra piel a través de la palma de la mano.
Quizá a nadie tenemos todos los días, a cada instante, tan cerca como al ratón o mouse. ¡Ese amigo inseparable y fiel...!
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