La inobjetable victoria conseguida por César Vallejo sobre San Martín el sábado último en el Mansiche, sirvió para apreciar una clara demostración de fútbol colectivo.
Desde el pitazo inicial se notó la distribución estratégica del equipo local en todas sus líneas, con hombres listos para actuar positivamente, tanto en la defensa, como en el ataque.
Muchas jugadas se originaron en el fondo, en combinación con el medio campo, para habilitar en las mejores condiciones al compañero desmarcado y dispuesto a vulnerar la valla contraria.
El encuentro con el equipo capitalino que se encontraba en la cima de la tabla de posiciones, permitió ver a un Vallejo bien plantado ofreciendo, tal vez, la mejor demostración de fútbol hasta el momento.
Esa fue la razón para que el aficionado no regateara el merecido aplauso y, en ocasiones, se animara a lanzar algunos “oles”.
Dio gusto observar el ánimo de los jugadores en la disputa del balón, el pensamiento inmediato y el pase preciso al player que lo acompañaba.
El juego colectivo fue la base del último triunfo que nos facilitó recuperar el primer lugar de la tabla, escoltados por el mismo San Martín y Sporting Cristal, dos puntos más atrás.
La práctica del toque de pelota con exactitud y al desmarque, es la base del fútbol moderno y se nota que Mario Viera lo tiene muy presente. Eso es bueno.
Se complementa mucho mejor cuando sus pupilos lo ponen en práctica casi a la perfección, sin hacerse problemas en tratar driblear al rival que, a veces, trae complicaciones y atenta contra la efectividad.
Ello quedó demostrado en los goles. En el primero, Faiffer recibió la pelota. Miró al arco contrario. Notó que no había obstáculo para disparar y lo hizo con dirección y todas sus fuerzas.
La cosa fue diferente en la anotación de Ugaz. El marcador de punta de avanzada, recibió el globo libre de marcación, luego de cinco o seis toques de sus amigos de equipo. ¡Como si estuvieran jugado solos…!
Y eso es lo que gusta. Ver correr, no rendirse, dar espectáculo y ganar. Como nos está acostumbrando
¡Sigan así, muchachos…!
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