Después de casi un año de tratar de restablecer la bicameralidad y haber fracasado en el intento, el partido oficialista busca nuevamente lograr consenso para reformar
Para ello los interesados han planificado una estrategia que consiste en dialogar separadamente con todos los grupos parlamentarios intentando convencerlos
En esa forma se persigue aprobar una propuesta que, desde que se planteó, fue postergada por innecesaria e inoportuna.
Especialmente porque no cuenta con el respaldo de la población debido al arraigado descrédito acumulado por el poder Legislativo en los últimos años
La ciudadanía considera que el actual Congreso ha defraudado sus expectativas que se había formado.
No se trata de uno o dos casos bochornosos. Sino de una relación que no tiene cuando acabar, pues de manera periódica surge una inmoralidad, cada vez más grave, entre uno de sus miembros.
Con representantes cuestionados, según el sentir de la opinión pública, antes que crear otra cámara, lo más adecuado sería reducir su número.
Y si tanto se preocupan por la bicameralidad, la propuesta de su aprobación podría partir de la misma connotación lingüística.
El prefijo “bi” significa dos. Entonces, dividan los ciento veinte congresistas en dos grupos. Uno de sesenta jóvenes y otro de igual número de viejos y formen sus dos cámaras.
Pero no cometan la torpeza de querer añadir a los actuales legisladores medio centenar, o más, de senadores.
Conste que, a partir del próximo año ya no se elegirá a ciento veinte congresistas, sino a ciento treinta.
¿Para qué tantos…? ¿Para que sigan saliendo más escándalos y traten de ser silenciados por los amigos del mismo partido político ante el estupor ciudadano…?.
Mientras tanto, el problema se agudiza cada día y, para mala suerte de los trujillanos, no se alcanza la coordinación deseada entre
Sin embargo, las autoridades no se cansan de repetir la ya trillada frase que: “la seguridad es tarea de todos…”
La verdad de la bicameralidad es que muchos legisladores, por no decir todos, se han acostumbrado a esa forma de vida. En especial al sueldo y saben que el senado sería el lugar que más se ajusta a sus ambiciones políticas.
Según su manera de pensar, en esa tribuna pasarían el resto de sus días como indebido "premio" a lo que no hicieron en el Congreso actual…
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