Pared lateral del colegio San Juan frente a la avenida 9 de Octubre. Las áreas verdes no existen. Vista captada de este a oeste...El centenario Colegio Nacional de San Juan, donde se fueron consolidando nuestras inquietudes periodísticas, es uno de los planteles emblemáticos de Trujillo.
Posee un amplio local, con ventilados salones, canchas de fútbol, fulbito, básquet y hasta piscina, ubicado en la urbanización Huerta Grande.
Dos veces al año desfilan interminables batallones de alumnos y ex-alumnos en la plaza de Armas, con ocasión del homenaje dominical a
Sin embargo, hace poco algunos de los alumnos del plantel canario y otros centros educativos, hicieron noticia por inasistir a clases.
Dejando de lado la preocupación y el esfuerzo de sus padres y desperdiciando la excelente oportunidad de formarse como hombres para el futuro, optaron por dedicarse a la vagancia
Al ser hallados deambulando por distintos sectores de la ciudad por los efectivos policiales y de seguridad ciudadana, fueron detenidos hasta esperar la presencia de sus progenitores.
Aparte de la reprimenda que pueden haber recibido en el hogar, se desconoce si se adoptó otra medida como castigo a su equivocado comportamiento.
Esta alusión a San Juan nos trae a la mente el triste panorama que se aprecia en los exteriores del tradicional colegio al constatar que sus áreas verdes prácticamente han desaparecido.
El espacio que debería estar sembrado de grama y rodeado por un ambiente con fragancia de flores, es ocupado por montículos de tierra, desperdicios y basura.
En otros países, como Japón que nos lleva más de un siglo de adelanto, los niños, desde los primeros años escolares, son formados para cumplir tareas cívicas los fines de semana.
Provistos de tenazas y bolsas plásticas, salen ordenadamente dispuestos a recoger los deshechos que el viento pueda haber abandonado en las inmediaciones de su plantel.
¿Es posible implantar esa valiosa y ejemplar tarea comunal en nuestro medio…? ¡Claro...! No sólo en San Juan, sino en todos los centros educativos de Trujillo y el Perú.
Sería una excelente ocasión para incentivar el sentido de proyección social en nuestra juventud. Algo que tanta falta hace en la sociedad peruana de nuestro tiempo.
Los representantes nacionales, quienes tienen tantas posibilidades de viajar al extranjero, deben suprimir unas horas de turismo y agasajos para conocer los aspectos positivos de las naciones desarrolladas y plasmarlas como leyes en el medio.
Imitemos todo lo bueno. Aquello que condujo al progreso a esos admirables pueblos que marchan ahora a la vanguardia.
Y si un día encontramos a los sanjuanistas u otros alumnos aseando o sembrando en las inmediaciones de su colegio, esbozaremos una sonrisa pensando que estas líneas jamás fueron escritas en vano…
No hay comentarios:
Publicar un comentario