La ciudad de Trujillo, fundada en la época de la conquista española, es una de las más importantes del Perú.
Destaca por el trazo lineal de sus calles pertenecientes al centro cívico cuyo diámetro consta de nueve cuadras que terminan en la avenida España.
Luego se expande hacia un segundo y más amplio cinturón conformado por la avenida América. El radio urbano continúa aún más allá de esa zona.
Lo inconcebible es que no todas las intersecciones del centro, a pesar de ser tan reducido, están provistas de semáforos.
Incluso se da el caso que el jirón Bolognesi, a sólo una cuadra de la plaza de Armas, carezca de tales implementos en el cruce con Pizarro e Independencia.
Como es de suponer, el tránsito vehicular y peatonal en esos lugares se torna difícil y, peor aún, peligroso.
La descripción que realizamos de la ciudad en este momento, es similar a la que se hubiese hecho hace varios años atrás, pues el panorama no ha cambiado en lo absoluto.
Por eso llama la atención y es motivo de envidia saber que otras ciudades del país están encaminadas en agresivos programas de desarrollo.
Poblaciones norteñas de menor densidad que la nuestra anuncian instalar semáforos y cámaras de vigilancia contra la delincuencia en sectores neurálgicos antes de fin de año.
Por su parte, el alcalde de Lima está decidido a mejorar la imagen de la capital, pues acaba de informar la colocación de dos mil cuatrocientos semáforos inteligentes en avenidas y calles de intensa circulación.
Lo mismo se hará en el promocionado Corredor Vial Metropolitano, una de sus obras emblemáticas, que estará dotado de flamantes y sincronizados buses.
El sistema de semaforización capitalino demandará una inversión de cuarenta y cinco millones de soles y debe estar concluido en los primeros meses del año entrante.
Los aparatos constarán de tecnología tipo LED, de alto brillo, resistentes a los rayos ultravioletas, que facilin mayor ahorro de energía y menos costo de mantenimiento.
También estarán dotados de sensores con segunderos y cámaras de video para captar a los infractores, tal como los que existen en las grandes urbes del mundo.
Es indudable que la nueva red de semáforos de Lima permitirá el tránsito ordenado de vehículos, peatones, motociclistas y ciclistas.
Algo que constituye un viejo anhelo de los trujillanos que diariamente tienen que soportar el desordenado y riesgoso desplazamiento de los vehículos en el centro de la ciudad.
Esperamos que la actual administración municipal o la siguiente, incorpore en su cuadro de prioridades la instalación de más semáforos en los que la luz ámbar, que no funciona en los existentes, se active de acuerdo al reglamento.
Y, especialmente, que contribuyan ver a Trujillo como una ciudad, en verdad, moderna…
Destaca por el trazo lineal de sus calles pertenecientes al centro cívico cuyo diámetro consta de nueve cuadras que terminan en la avenida España.
Luego se expande hacia un segundo y más amplio cinturón conformado por la avenida América. El radio urbano continúa aún más allá de esa zona.
Lo inconcebible es que no todas las intersecciones del centro, a pesar de ser tan reducido, están provistas de semáforos.
Incluso se da el caso que el jirón Bolognesi, a sólo una cuadra de la plaza de Armas, carezca de tales implementos en el cruce con Pizarro e Independencia.
Como es de suponer, el tránsito vehicular y peatonal en esos lugares se torna difícil y, peor aún, peligroso.
La descripción que realizamos de la ciudad en este momento, es similar a la que se hubiese hecho hace varios años atrás, pues el panorama no ha cambiado en lo absoluto.
Por eso llama la atención y es motivo de envidia saber que otras ciudades del país están encaminadas en agresivos programas de desarrollo.
Poblaciones norteñas de menor densidad que la nuestra anuncian instalar semáforos y cámaras de vigilancia contra la delincuencia en sectores neurálgicos antes de fin de año.
Por su parte, el alcalde de Lima está decidido a mejorar la imagen de la capital, pues acaba de informar la colocación de dos mil cuatrocientos semáforos inteligentes en avenidas y calles de intensa circulación.
Lo mismo se hará en el promocionado Corredor Vial Metropolitano, una de sus obras emblemáticas, que estará dotado de flamantes y sincronizados buses.
El sistema de semaforización capitalino demandará una inversión de cuarenta y cinco millones de soles y debe estar concluido en los primeros meses del año entrante.
Los aparatos constarán de tecnología tipo LED, de alto brillo, resistentes a los rayos ultravioletas, que facilin mayor ahorro de energía y menos costo de mantenimiento.
También estarán dotados de sensores con segunderos y cámaras de video para captar a los infractores, tal como los que existen en las grandes urbes del mundo.
Es indudable que la nueva red de semáforos de Lima permitirá el tránsito ordenado de vehículos, peatones, motociclistas y ciclistas.
Algo que constituye un viejo anhelo de los trujillanos que diariamente tienen que soportar el desordenado y riesgoso desplazamiento de los vehículos en el centro de la ciudad.
Esperamos que la actual administración municipal o la siguiente, incorpore en su cuadro de prioridades la instalación de más semáforos en los que la luz ámbar, que no funciona en los existentes, se active de acuerdo al reglamento.
Y, especialmente, que contribuyan ver a Trujillo como una ciudad, en verdad, moderna…
No hay comentarios:
Publicar un comentario