viernes, 2 de enero de 2015

ELIDIO Y ACUÑA: ¡QUE SEA EL ABRAZO DEL PROGRESO…!

Elidio Espinoza y Cesar Acuña. La gente desea que trabajen juntos por el progreso de Trujillo y La Libertad (Correo)...            

Es posible que lo más rescatable del acto de juramentación de Elidio Espinoza, como Alcalde y César Acuña, Presidente Regional, aparte de las promesas, sean los gestos.
             
Que empezaron antes de la misma ceremonia del líder de APP, cuando el ex coronel acudió al teatro Municipal.
             
Su presencia fue recibida con aplausos por las autoridades y el público que colmó las instalaciones del primer escenario artístico de Trujillo.
            
Acuña no se quedó atrás. Casi sin saborear el brindis de rigor ofrecido  como protocolo, abandonó el recinto.
            
Se trasladó hasta la colonial iglesia de la Compañía para estar presente en  la juramentación de Elidio.
             
Ambas actitudes son dignas de resaltar porque, siendo autoridades, van más allá de una simple correspondencia o cortesía.
            
Rompieron las tradicionales y perjudiciales rivalidades políticas de otros tiempos y cumplieron con el mandato de su conciencia.
             
Y, lo que es más, con el mandato de sus electores. Del pueblo que los eligió.
             
Porque, al final de cuentas, ellos están en el honroso lugar que ocupan por la voluntad popular.
            
Que, como se acostumbra manifestar siempre, es la voluntad de Dios.
             
En ese sentido, su obligación es cumplir con los ofrecimientos que hicieron a las mayorías. No defraudarlas es el objetivo.
             
Yendo más allá de la grata iniciativa de participar en la juramentación de la autoridad amiga, hay un aspecto mucho más trascendente.
             
Es el fuerte apretón de manos y el fraternal abrazo que se dieron César Acuña y Elidio Espinoza.
             
Observamos un estrechamiento abierto y sincero. Sin reservas. Tanto, que el público festejó con nutridos aplausos.
             
Enseguida, decididos y sonrientes, levantaron la mano en señal de identificación con los asistentes que representaban a la ciudadanía.
             
Fue un abrazo inédito. Muy pocas veces visto en la historia política de nuestra ciudad.
             
Ahí radica el valor de esta encomiable actitud que ha sido celebrada con muy buen agrado por la colectividad.
             
Un pueblo cuya aspiración máxima es que sus nuevas autoridades se despojen del interés partidario y luchen por las mayorías.
             
Por eso, esperan que esa acción no solo quede para la foto. Quieren que sea el abrazo para trabajar juntos por el progreso de Trujillo y La Libertad…          

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