jueves, 15 de enero de 2015

¡DESCUBRIENDO EL ARTE DE LA CHATARRA…!

Original robocop.calavera de tamaño natural creado por Guillermo Pérez Asseo...

Una de las más sublimes, excelsas e  indescifrables manifestaciones del ser humano a través del tiempo, es el arte.
             
Consiste en utilizar recursos naturales, plásticos, metálicos, sonoros o lingüísticos  para plasmar producciones originales y propias.
             
Basado en esos principios, Guillermo “Cucho” Pérez Asseo ha recogido elementos inservibles al común de las personas para crear verdaderas obras de arte.
            
Cuenta que desde la infancia quedó motivado por un trencito reciclado que le regaló su padre Guillermo Pérez Malpica, a quien le dedica su exposición. Quería hacer algo similar.
             
Cierto día, observando diferentes trozos de aparatos que no servían para nada en su hogar, el almacén y el taller, decidió convertirlos en algo útil.
            
Cadenas, bocinas, rodajes, pernos, tuercas, tornillos, anclajes, anillos, resortes, ejes, alambres, tubos, partes de motor, todo, todo adquirió súbitamente  valor para el artista.
             
Elementos descartables que se compran y venden por montones, para ser fundidos, a precio de regalo podían cambiar de destino.
            
“Cucho” reunió los trastos y los sometió, uno por uno, a un acucioso análisis desde diversas perspectivas.
             
Concluyó que la unión, mediante la soldadura, de un simple rodaje podría servir para diseñar el cuerpo y hacer un pollito.
             
O que las gruesas y negras cadenas de una motocicleta constituían la base ideal para dar forma al cuerpo completo de un lagarto con las fauces abiertas.
             
Que colocando un cuchillo al costado de otro servirían para confeccionar las alas abiertas dispuestas a emprender vuelo de una majestuosa águila.
             
Y así sucesivamente. Un resorte gigante dio lugar a un elefante y otros pequeños, colocados en serie, a un ciempiés.
            
Identificado con el trujillanismo, utilizó tornillos de distinta dimensión ubicados adecuadamente para a dar luz a una pareja bailando con gran salero la marinera pañuelo al aire.
             
Evocando aquel gracioso pasaje de la vida de San Martín de Porres, confeccionó con alambres al perro, el gato y el ratón. 
             
Un guerrero, un soldado y un tanque elaborados con piezas de un viejo motor de auto dan paso al área bélica.
             
Sin embargo, los trabajos más atractivos y que lo obligaron a desarrollar el ingenio constituyen un personaje alienígena y una calavera-robocop de tamaño natural.
             
Eso y mucho más podrán admirar gratuitamente cualquier día de estos en la Casa de la Emancipación del Banco Continental. ¡No se lo pierdan…!
             
La obra de Pérez Asseo demuestra que el arte, en ocasiones, permanece escondido. Corresponde al hombre descorrer el velo y revelarlo…

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