jueves, 5 de diciembre de 2013

¡ANOCHE VIAJÉ EN UNA COMBI…!



Viajar en una combi en Trujillo es un verdadero suplicio,,,,

Anoche, después de mucho tiempo, decidí regresar a casa a bordo de una destartalada combi, como muchas que circulan en nuestro medio.
            
Era alrededor de las siete y, luego de ubicar el vehículo en el que debía movilizarme entre decenas de unidades mal estacionadas y el sonido infernal de bocinas y sirenas, logré subir.
 
Estaba en la esquina de la OR. Tan pronto lo hice, el cobrador, dirigiéndose al piloto, gritó: ¡Apaga la luz…!
  
La unidad estaba repleta y, en esas condiciones, la oscuridad se convierte en un aliado de primer orden para burlar a la policía. Aunque, a esa hora, tampoco se les ve en las esquinas.
            
Como no había asientos disponibles, debía viajar de pie.  Con la cabeza encogida. El mentón pegado al pecho y sometido a los vaivenes propios de la velocidad y paradas bruscas.
             
Unos metros más allá, ascendieron dos señoritas que tuvieron que encorvarse igual que yo.
             
Avanzamos unas cuadras cuando, en medio de la oscuridad reinante, se escucharon unos gritos femeninos dirigidos al conductor. 

¡Señor, cuando haya gente de pie, vaya usted más despacio…!.
             
Resulta que una de las jóvenes se fue de bruces contra un muchacho que viajaba sentado delante suyo debido a las súbitas detenciones del carro.
             
A pesar del justo y airado reclamo, no hubo respuesta alguna. El indiferente chofer siguió manejando a su antojo.
             
Mientras continuaba el recorrido, alguien que estaba cerca a mi tuvo que bajar, así que ocupé su asiento.
             
Pronto sentí una larga cabellera que furtivamente se deslizaba sobre mi rostro. No había mala intención de nadie.
             
Una chica que iba de pie, obligada por las circunstancias del bajo techo de la combi, había inclinado su cabeza y no encontraba la forma de evitarlo.
             
El vehículo continuaba lleno. Sin espacio para nadie más. Pero, el porfiado cobrador seguía gritando por toda la ruta en busca de más pasajeros.
            
 ¡Qué vulgar y pueblerino se ve todo ésto…!
             
Ser trasladado como sardinas en verdaderas chatarras malolientes y cubiertas de óxido por doquier.
             
Ojalá que la anunciada renovación y ordenamiento del transporte público en la ciudad sea pronto una realidad.
             
Los trujillanos nos merecemos algo mejor. Mucho mejor

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