Natalia Málaga, el personaje del año en el Perú, lamentó que Humala, pese a ser militar, no se muestre fuerte y enérgico...
No cabe duda alguna. Si hablamos de
personas que han dejado huella el año 2013 que está a punto de despedirse,
salta lejos un nombre: Natalia Málaga.
Si. Ella misma. La entrenadora de la
selección de vóley. Quien nos dio las más grandes satisfacciones deportivas en
estos doce meses que se van a la vuelta de la esquina.
Mientras la mayoría centraba su
atención en la actuación del seleccionado de fútbol en la lucha por asistir al
Mundial Brasil 2014 Natalia, con sus chicas, nos llenaron los ojos.
Con su ya conocido estilo. Basado en
gestos, ademanes y actitudes. Combinados con gritos y palabras prohibidas.
Todo vale para ella. Nada está
vetado. Ni siquiera las lisuras que enrojecen de vergüenza a las jóvenes
deportistas.
Pero, también las llena de coraje,
fuerza y garra. Es el motor que las impulsa a elevarse para lanzar un mate o
bloquear una bola que lleva peligro.
Les otorga la necesaria energía
vital para sobreponerse al cansancio o la inferioridad y luchar. Pelear hasta
lograr la victoria.
Por todo eso, Natalia es una mujer
referente. Especial. Emblemática.
Es la justificación para que en la
más reciente encuesta de Ipsos Perú haya sido elegida como el Personaje Público
del Año 2013 en términos positivos.
Encima del chef Gastón Acurio y el
cantautor Gian Marco Zignago.
También sobre el escritor Vargas
Llosa, la primera dama Nadine Heredia y el ex presidente Alberto Fujimori.
Por la importante designación
obtenida, la televisión la convocó a su set y la bombardeó de mates. Mejor
dicho, de preguntas.
Entre la batería de interrogantes
saltó una de corte político referida a su opinión sobre el desempeño del jefe
de estado Ollanta Humala.
Como es su costumbre, habló directo.
Señaló que hubo aspectos que el mandatario prometió en su campaña y no ha
cumplido.
Enseguida, sin inmutarse, declaró
algo que muchos o la gran mayoría ciudadana percibe, pero no se atreve a
pronunciarse.
Me hubiera gustado ver a un Humala “fuerte,
enérgico. Que dice su palabra y la cumple. Al militar…”
Justo, lo mismo que expresa la
gente: “Voté por él, porque era el militar. Ideal para derrotar la delincuencia
que cada día extiende sus redes…”
Miles. Millones piensan idéntico.
Fatalmente, el supuesto carácter. La aparente energía, se desvanecieron en el
camino…
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