jueves, 19 de julio de 2012

¡UN TRUJILLO TRANQUILO Y SIN RUIDOS…!

La plaza de Armas de Trujillo totalmente libre de vehículos, ruidos y contaminación a raíz del paro del transporte público. La ciudad se oxigenó en todo sentido...


Coincidiendo con la aprobación del nuevo Reglamento de Servicio de Transporte Público por la municipalidad provincial, los transportistas realizaron ayer un paro de veinticuatro horas.

La paralización obedeció, entre otros aspectos, a la demora de la comuna en los trabajos de asfaltado de algunas avenidas y el exagerado monto de las multas

El reclamo inmovilizó taxis, colectivos, combis y micros que, en su mayoría, son los causantes del caos vehicular que padece nuestra ciudad desde hace muchos años.

Tal situación permitió observar durante un día a Trujillo más ordenado y, sobre todo, libre de la contaminación atmosférica y sonora generada por dichas unidades.

Debemos reconocer que el parque automotor mantiene vehículos que superan los treinta y cuarenta años de antigüedad, lo que constituye un atentado a la vida y la salud de la población, así como a la imagen de la urbe.

Respecto al pedido de los conductores en torno al elevado costo de las sanciones, es conveniente indicar que las penalidades no son masivas. Solo se aplican a los infractores de las normas.

Y, si se consideran exageradas, es porque en nuestro medio está comprobado, que únicamente la severidad es capaz reordenar un comportamiento equivocado.

Estamos seguros que ante la rigidez de las normas, la primera actitud de los chóferes será hacer las correcciones en sus unidades para evitar afectar su economía.

Justamente a raíz del paro se escuchó, a través de la radio, el lamento de ciertos conductores quejándose que “se les sanciona porque tienen un faro quemado o sus llantas carecían de algunos “cocos”.

La pregunta es: ¿Existe garantía de seguridad movilizarse en un vehículo en estas deficientes condiciones…? Ustedes tienen la respuesta.

En torno al reglamento, hay puntos trascendentes orientados a evitar el descontrol actual caracterizado, entre otras cosas, por la competencia entre una misma empresa al disputarse un pasajero con el riesgo consiguiente.

Hay que señalar que, por cumplir con la tarjeta de frecuencia. los choferes muchas veces no respetan las luces del semáforo y circulan a gran velocidad o se detienen en cualquier parte.

En términos generales, el reglamento persigue establecer un régimen que garantice la prestación de un servicio eficiente, que contribuya a la mejora de la movilidad urbana y la calidad de vida de los usuarios.

Se espera una reflexión consciente de parte de los transportistas. Que todo sea para terminar con el desorden vehicular y otorgarle a Trujillo la categoría de ciudad moderna y progresista…

No hay comentarios: