lunes, 5 de enero de 2009

ANTE LA CRISIS: ¡LOS ÚNICOS BLINDADOS SON ELLOS…!


En el Perú los únicos blindados contra la crisis financiera mundial son los altos estamentos del gobierno, pero no el pueblo...


Cuando, hace unos meses el presidente, refiriéndose a la crisis financiera internacional y comparando ciertos índices dijo “estamos blindados”, pensamos que se refería al Perú entero.

En ese momento consideramos que sus palabras reflejaban cierta preocupación y expresaban su confianza respecto a los problemas que podría afrontar la población en su conjunto.

Sin embargo, apenas pasó el feriado de año nuevo, refrendó un decreto de urgencia homologando los sueldos de los ministros con el de los congresistas.

El documento oficial, que se completa con la rúbrica del jefe del gabinete y el titular de economía, añade que el incremento se ejecuta por ser de “interés nacional”.

Es lógico suponer que, incrementando los salarios en la cúpula de gobierno, el pueblo está excluido de todo. Entonces, el referido interés es sólo del sector beneficiado.

Lo peor es que, al tener conocimiento del sustancial incremento el titular de Defensa, cargo que debiendo ser desempeñado por un militar de carrera lo ocupa un civil, manifestó que con el sueldo que recibía “no podía vivir”.

Suponemos que antes tomar el cargo, tenía conocimiento de la cantidad que iba a ganar y si no le convenía, simplemente no lo hubiese aceptado. Pero no debió burlarse de la ciudadanía con esas palabras.

Expresiones de ese calibre constituyen una ofensa para las miles de familias que hacen malabares para subsistir con el jornal mínimo de los obreros o la mísera remuneración de los pensionistas.

Mucho más, si hace varios años los trabajadores no reciben ningún aumento. Al contrario de los ministros ahora y, hace unos meses, los congresistas quienes consiguieron que los gastos operativos pasen a conformar sus honorarios elevándolos considerablemente.

Lo dijimos al siguiente día de la navidad en el artículo “El ejemplo empieza por casa”, cuando el mandatario pidió sacrificio a los empresarios del país.

La “recomendación” era que el estamento estatal congele sus aumentos, elimine sus gratificaciones y, si era posible, reduzca sus salarios, pero no dijo una sola palabra sobre las muestras de ahorro en las esferas del gobierno.

Ahora, a sólo unos cuantos días, encontramos la explicación a esa posición. Hoy sabemos que el esfuerzo debe ser de todos, menos de quienes están en el poder.

En momentos que se exige austeridad total, por lo que puede venir a causa de la situación económica mundial, se aumenta alegremente a los ministros.

Decisiones de este tipo terminan por descorazonar a cualquier asalariado que tiene que batallar cada día por tratar de cubrir las necesidades básicas del hogar.

También confirman la generalizada idea que, en nuestra mal concebida democracia, cada gobierno busca el beneficio de su entorno, olvidándose de las mayorías que lo eligieron.

Igualmente, es una evidencia que frente a los problemas financieros que se nos vienen y se decía que no golpearán al pueblo, los blindados ante la crisis no somos nosotros. No. Son ellos…

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