miércoles, 14 de enero de 2009

¡ADIÓS A LAS ARMAS…! ¡BIENVENIDO EL ARTE…!


Libélula elaborada con piezas de pistolas y rifles. El cuerpo procede del cañón de una ametralladora... (Reuters)



En el mundo entero hay millones de armas. Son poseídas por la mayoría de países y se sabe que Estados Unidos supera a todos en cuanto a cantidad.

Justamente esa nación enfrenta hace varios años una desigual contienda en Irak.

Allí existe la organización denominada Iraqi Mines and Unexploded Ordenance Clearance que diariamente elimina un promedio de ochocientas ametralladoras, pistolas y rifles.

Los implementos bélicos destruidos corresponden al material confiscado por el ejército norteamericano.

Restos de las armas son entregadas a los artistas iraquíes quienes proceden a confeccionar hermosas esculturas reciclando las piezas.

Todos aplaudiríamos si el ejército de Estados Unidos decide también proporcionar sus armas para que sean desactivadas y destruidas.

A lo mejor, sus mismos soldados, utilizando sus propias armas, deciden dedicarse a similar labor y producen valiosas creaciones artísticas.

Tal vez, siguiendo el ejemplo, ahora mismo Israel deja de hostilizar a Palestina y ambos acuerdan dar fin al conflicto que los envuelve.

¿Se imaginan qué pasaría si el gobierno del resto de naciones del mundo adopta la misma decisión…?

La Tierra se poblaría de artistas y obras de arte a base de material procedente de las armas recicladas.

Se ahorraría una cantidad incalculable de dinero que podría ser utilizado en innumerables proyectos. Donde realmente se necesita.

Pero, lo más importante es que se terminaría con la muerte de los militares en el frente de combate y de inocentes civiles en las ciudades. Aparte de la destrucción y el caos.

Así como de los niños, madres y ancianos, quienes jamás tienen responsabilidad alguna en el problema y hasta desconocen los pormenores del mismo.

Exterminando las guerras, el mundo entero tendrá un motivo menos para sentir pena, sufrimiento y dolor.
Eliminaremos el odio entre los hombres. Habrá más tiempo para estar alegres y unidos.

Si algún día, los fabricantes de armas y los promotores de los conflictos optan por las obras a base del producto reciclado que comentamos, gritaremos a todo pulmón:
¡Adiós a las armas…! ¡Bienvenido sea el arte…! ¡Viva la paz...!

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