jueves, 25 de diciembre de 2008

PERÚ PAÍS DE RIESGO: ¡POR CULPA NUESTRA…!

Los asaltos en carreteras son frecuentes y ahuyentan el turismo, pero el ejecutivo, el congreso y las autoridades ni siquiera se pronuncian...


En instantes que el Perú vendía una imagen internacional favorable al turismo y las inversiones, recibimos un informe aplastante del Departamento de Estado norteamericano.

El documento denomina ocho regiones del país como “áreas restringidas” a las que sugiere no viajar por el peligro que constituye el narcotráfico, el terrorismo y la delincuencia común.

Añade que los turistas son víctimas de actos graves como robos, asaltos armados, secuestros y taxis inseguros, tanto en Lima como en las ciudades del interior.

Recomienda igualmente, cuidarse de los falsificadores de dinero que “cambian dinero falso en las calles”.

Tampoco escapan, al acucioso estudio foráneo, los frecuentes asaltos de autobuses en las carreteras mediante diversas modalidades.

En este caso, anota la investigación, los turistas son desvalijados, golpeados y las mujeres, en algunos casos, violadas.

Tan pronto se difundió el pronunciamiento nuestro canciller se “consoló” diciendo que la “información existe hace varios meses” y descartó que afecte al turismo.

El primer ministro tampoco se quedó callado y sostuvo que el “informe cae en errores y tergiversaciones”.

Claro. Nosotros y todos quienes viven del turismo quisiéramos pensar como ambos. Lamentablemente el documento revela, aunque dura y triste, la cruda realidad de nuestro país.

Los mismos actos delincuenciales son cometidos contra los propios ciudadanos peruanos quienes constatan, con estupor, que no se adoptan medidas radicales para extirpar el delito.

Un solo caso. Los asaltos en las carreteras. Impongan sanciones ejemplares. Drásticas, sin contemplaciones para acabar definitivamente con ellos.

Llama poderosamente la atención que el presidente, el ejecutivo, el congreso, las instituciones tutelares, las autoridades regionales y locales, absolutamente nadie se pronuncia al respecto. Parece que ocurrieran en otro país.

Aspecto importante del análisis del ministerio de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, es que constituye el fiel reflejo de la forma como nos ven desde afuera.

Esa es la imagen que damos al exterior. Aquello que padecen los turistas aquí. Regresan a su tierra, se reúnen con sus familiares y amigos y relatan nuestro ahuyentador panorama.

Lo que realmente se debe hacer es eliminar estas lacras. Recomendar efectividad en la policía, limpieza al poder Judicial y endurecer las leyes al máximo.

El aludido informe, es el mejor regalo que podemos haber recibido, pues nos permitirá corregir aquello que está mal. Tan mal, que se conoce, con detalles, fuera de nuestras fronteras.

Si algún día el turismo decrece en el Perú, no culpemos a los extranjeros que no vienen. Nosotros somos los únicos responsables, por no saber poner orden con la firmeza que los hechos y la ciudadanía entera, exigen…

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