Asediado por los periodistas
Acuña, que está en el centro, pidió ir a las gradas y así se vio al grupo desde
la parte frontal.
Aparte de las actividades cotidianas
y oficiales, existen momentos en que las
autoridades deben efectuar otras que no figuran en la agenda, pero son igual de importantes.
Es el contacto con los hombres de
prensa que siempre estarán detrás de ellas dispuestos a realizar lo imposible y
obtener el dato fresquito.
Para cumplir ese objetivo, que es su
real trabajo, pueden pasar horas esperando. Sin embargo, no se incomodan, ni
reniegan. Lo fundamental es conseguir la noticia.
Tal como sucedió hace unos días al
saber que el presidente regional César Acuña Peralta estaría en la casa de
gobierno de la plaza de Armas.
Debía asistir a la exposición de una
empresa capitalina prestadora de servicios de salud que ofrecía equipos
oncológicos para las poblaciones vulnerables.
Pasados unos minutos, llegó raudo.
Serio, saludó levantando la mano. No se detuvo y procedió a ingresar. No hubo
nada que intentar. Solo esperarlo salir.
Parados. Casi nunca hay donde
sentarse. Los reporteros formaron pequeños grupos y empezaron a dialogar sobre
diversos temas.
El minutero avanzó veinte líneas. Media
hora y nadie se movía. Al contrario, iban llegando más colegas.
Había transcurrido más de una hora
cuando alguien pasó la voz:
-- ¡Allí sale Acuña…! ¡Allí sale Acuña…!
En efecto, acompañado del
vicepresidente Luis Valdez Farías y el gerente general Manuel Llempén Coronel,
aparecía César Acuña.
Una veintena, o más, de jóvenes
provistos de cámaras de video y micros, cámaras fotográficas y grabadoras
fueron a su encuentro.
El presidente regional amablemente sugirió
que, para mayor comodidad, se situaran en las escalinatas del recinto y había
que obedecerle.
“Uno de estos días me
reuniré con los ministros de Educación y Salud para dotar de maestros y médicos
a toda la región…”
Partieron las preguntas. Todos querían ser los primeros. Fue Acuña
quien, extendiendo ambas manos adelante, solicitó mantener el orden.
-- No se preocupen que contestaré todo lo
que ustedes deseen saber, manifestó esbozando su conocida sonrisa.
Y así se fueron desarrollando las
interrogantes y respuestas en un ambiente de completa normalidad.
Caminando, deteniéndose y contestando,
atravesó el patio principal de la casona dirigiéndose hacia el portón de la
entrada.
“¿Cheques en blanco…? El
alcalde no firma cheques. Si hay un funcionario que actuó mal es su problema,
tendrá que pagar las consecuencias..”
Unos metros antes, nos encontramos
frente a frente. Entonces le lancé una pregunta que lo apartó por completo del
cargo, pero no rehuyó:
-- ¿Y qué hay del “Loco” Abreu”…? ¿Viene o
no a la Universidad César Vallejo…?
-- Mira Freddy. Aquí lo esperamos.
Todo depende que arregle con su directiva. Con él le daremos a la Vallejo un
plus de potencialidad…
Afuera
habían personas que no se les dejó entrar y deseaban dirigirle unas palabras.. Como
es usual en él, se dio un espacio para atenderlos.
Al otro lado, satisfechos de haber
cumplido con su misión a cabalidad los periodistas, palmoteándose la espalda,
empezaron a retirarse.
Tranquilo y libre de marca, César Acuña
lanzó un suspiro de satisfacción.
Experto en estas pruebas, acababa de
lidiar una vez más con quienes somos los
intermediarios entre las autoridades y la ciudadanía
Había concluido un gratificante episodio
protagonizado por el presidente regional y los periodistas.
Una cita frecuente en la cual una
autoridad debe extraer tiempo de donde no tiene para atender a la prensa y ésta,
para encontrar la primicia del día…
No hay comentarios:
Publicar un comentario