Por su importancia, Trujillo requiere de una oficina del ministerio de Relaciones Exteriores...
Cuando
se habla de las ciudades más importantes del país, nos apresuramos a decir que
Trujillo es una de ellas.
Aparte
de Lima, hacemos comparaciones con Cusco y Arequipa. Pero, esa aseveración ¿Es
realmente acertada…?
Aunque
nos incomode, en la práctica, no. Nuestra querida urbe está algunos escalones
más abajo.
Una
evidencia de lo expresado es que el ministerio de Relaciones Exteriores posee
ocho oficinas desconcentradas en distintas partes del país, menos aquí.
A pesar de la riqueza y tradición histórica de
esta tierra, la vitalidad del sector agroindustrial y el desarrollo económico
de los últimos años, no contamos con esa dependencia.
Por
eso, satisfacen las recientes declaraciones del embajador de Relaciones Exteriores
del Perú, José Betancourt, en el sentido que pronto contaríamos con una sede de
ese ministerio en Trujillo.
Con
una adecuada estrategia, se lograrían proyectos sostenibles, contacto
internacional y se exhibirían al mundo entero las bondades de la ciudad y la
región.
No
solo eso, por formar parte del sistema de Legalización Documentaria, el público
tendrá acceso a autenticar documentos nacionales y adquirir validez jurídica en
el exterior.
Así
mismo, para que los documentos emitidos y enviados desde el extranjero puedan
también ser legalmente válidos en el Perú.
En
la actualidad, para cumplir con ese indispensable
requisito los trujillanos estamos obligados a viajar hasta la capital con el
consiguiente gasto de dinero, tiempo y riesgos.
¿Cómo…?
Pero si Trujillo es la segunda ciudad del país. No. Aquí la importancia se
demuestra con hechos. Y éste, es uno de ellos.
Solo
para conseguir una firma y poder legalizar un documento oficial del exterior,
tenemos que ir hasta Lima. ¿Es justo…?
En
ese sentido, aplaudimos el interés de los consejeros regionales de gestionar la
creación de esa oficina, sin embargo, no hay necesidad de que vayan todos. Se
van a estorbar. Además, aquí se les necesita.
Eso
sí, sean persistentes. No se dobleguen ante la primera negativa y, sobre todo,
aseguren el financiamiento.
Un
departamento de Relaciones Exteriores en nuestro medio contribuirá al
fortalecimiento de la capacidad y potencialidad de la región.
Señores
consejeros: Sus antecesores no lo consiguieron. Esta es su oportunidad. No la
desperdicien. Si lo logran, sería el primer éxito de su gestión.
No
olvidemos que entidades de esta envergadura constituyen un plus para el progreso.
Esta, es la oficina estatal que Trujillo necesita con urgencia…
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