jueves, 12 de febrero de 2015

¿Y EN TRUJILLO…?: 55,000 MULTAS POR BOCINAS EN LIMA:



Debe multarse a los choferes que abusan con las bocinas en Trujillo...

Un total de 55,321 papeletas por sonar las bocinas en exceso impusieron los efectivos de la Policía de Tránsito el año pasado en Lima.
             
La sanción fue aplicada por el abuso de los conductores privados y del servicio público al circular por las calles y avenidas de la capital.
             
Cada multa corresponde al cuatro por ciento de la Unidad Impositiva Tributaria y equivale a 154 soles, según el Reglamento de Tránsito.
             
Debido a la reincidencia de los pilotos en el uso de este implemento, los expertos sugieren que la falta sea considerada grave.
             
Así mismo, opinan que se eleve su monto y quede exenta de descuentos con la finalidad que los conductores tengan más cuidado al usarla.
             
Como se sabe, los ruidos molestos producidos por los vehículos en el radio urbano tienen serias consecuencias en el organismo humano.
            
Figuran entre  ellas dolores de cabeza, náuseas, irritación, nerviosismo, estrés y enfermedades sicológicas similares.
             
Es importante resaltar que en la mayoría de ciudades del país los choferes accionan las bocinas de sus vehículos con inusitada frecuencia.
            
No obstante que la Organización Mundial de la Salud  recomienda un máximo de 55 decibeles en las zonas urbanas, del Perú superan fácilmente los ochenta.
             
Según estudios realizados sobre la materia, este problema se debe a la falta de educación vial, la informalidad y el escaso profesionalismo.
             
Esta es la caótica realidad del país donde las exigencias para manejar un auto son las básicas y es la posible causa de frecuentes infracciones.
            
La situación no es nueva. Se presenta desde hace muchos años sin que se hayan encontrado los mecanismos adecuados para superarla.
             
Trujillo no está al margen de ese alarmante panorama, con el ingrediente que aquí, aparte de la bocina, miles de vehículos cuentan, de manera inexplicable, con odiosas sirenas.
            
En este sentido, la nueva administración municipal, con Elidio Espinoza Quispe como alcalde, tiene una enorme responsabilidad al respecto.
             
Él, que ha dedicado parte de su vida a lucir con honor el uniforme de la Policía Nacional, tiene ahora la magnífica  oportunidad de cambiar la imagen de la ciudad. .
             
Conociendo muy bien la problemática e idiosincrasia de los choferes trujillanos, solo le corresponde actuar de acuerdo a ley.
             
Sabe cómo llegar a ellos para convencerlos a eliminar las innecesarias y mortificantes sirenas y cornetas, así como controlar el empleo de las bocinas.
             
Multas y sanciones económicas esperan a los irresponsables que persistan en seguir atentando contra la buena imagen de nuestra urbe.
             
Tal como ocurre con las grandes metrópolis del mundo, Trujillo debe volver a ser tan apacible como antes, cuando se ganó el envidiable membrete de ciudad culta…

No hay comentarios: