Gobierno regional de Ancash. Sus autoridades ganan más que similares en el resto del país...
“Hay que correr de la política a la
gente que le gusta la plata,
porque son un peligro…”
(José Mujica)
En momentos que el país entero vive
circunstancias muy difíciles relacionadas con la falta de valores y la
corrupción.
Cuando se requiere trabajo conjunto, indesmayable y honesto para promover
el anhelado desarrollo del Perú.
Buscando mentes limpias de
toda codicia que de verdad marquen la diferencia con el resto, nos estrellamos con las autoridades regionales
de Ancash que decidieron aumentarse el sueldo.
Lo insólito y criticable es que el
incremento no es del diez o veinte por ciento sino del sesentaicuatro por
ciento.
Nos referimos al presidente regional
y su equipo de consejeros quienes aprovecharon el último día del mes pasado
para reunirse.
El principal acuerdo de la cita no
fue la ejecución de una obra de envergadura para la zona, la construcción de
locales escolares o postas médicas.
No. Lo más importante estuvo relacionado
con sus intereses particulares.
Entonces, acordaron que el
presidente regional aumentaría su remuneración de 14,800 soles a 22,800.
Es decir, muchos miles de soles más
que el propio presidente de la República quien recibe quince mil al mes.
Y, con la finalidad que no haya
lugar a reclamos y todos estén contentos, los consejeros subieron su dieta
mensual de 3,800 a 5.800 soles.
Tienen apenas un mes de funciones y ya empezaron a
asegurar su futuro y el de su familia. ¿Para eso quisieron ser elegidos…?
Con mucha razón, las organizaciones
civiles de Chimbote expresaron su rechazo a la medida anunciando plantones y
marchas de protesta.
Ellos no están solos. La alcaldesa
del Santa solicitó en forma pública al consejo regional de Ancash que se
retracte de su “vergonzoso acuerdo”.
Pero. ¿Qué pasa con la ley de
gobiernos regionales…? ¿A quiénes se les ocurrió otorgarles tanta autonomía y
beneficios…?
Observemos lo que ocurrió en otras
regiones del país donde se han hecho cosas similares y hasta peores que están
en actual investigación.
Si se piensa continuar con este sistema
administrativo, es urgente modificar algunos artículos empezando por fijar
topes a los sueldos y fiscalizar la gestión.
Es prioritario frenar a los
ambiciosos. A quienes siguen creyendo que asumir un cargo público por elección
popular es sinónimo de enriquecimiento.
Respecto a lo que sucede en Ancash,
el gobierno debe actuar de inmediato para impedir que estas personas salgan con
su gusto.
Su nefasta actitud constituye un
golpe bajo, un atropello a la voluntad popular y una burla al país…
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