El ministro del Intenerior Daniel Urresti. Acaba de salir un trago con su nombre...
Es posible que en la historia
republicana del Perú no exista un ministro como el general en retiro Daniel
Urresti Elera.
Resulta que el jefe de la cartera
del Interior es un personaje singular. Distinto a cualquier otro que haya
ocupado dicho portafolio.
Tanto por su pasado, como por las
distintas actitudes adoptadas desde que asumió el cargo tratando de demostrar
ser un hombre de acción.
Irrumpió, como ninguno de sus
antecesores, dirigiendo personalmente operativos y capturando peligrosas bandas
delincuenciales en diferentes partes del país.
Atendiendo el llamado de la
colectividad, dispuso el envío de dotaciones policiales y patrulleros a lugares
considerados como zonas rojas.
Su punto débil es no plantear la
modificación de la legislación en los vacíos que benefician a los infractores y
desamparan al ciudadano.
De manera paulatina, Urresti se convirtió
en un acérrimo escudero del gobierno aún en casos indefendibles.
Para ello encontró un singular
aliado en las redes sociales desde donde disparó a discreción a los opositores
de la pareja presidencial.
En ese afán cometió errores de los
que más tarde tuvo que arrepentirse y terminó pidiendo disculpas.
Alabado por unos y cuestionado por
otros, lo evidente es que el ministro del Interior hace noticia un día y el
otro, también.
Hay quienes consideran que, por su
carácter y decisiones firmes, debe ser uno de los candidatos a la presidencia
del Perú en las elecciones del 2016.
Otros, como los dirigentes de la
Confederación de Trabajadores del Perú, de filiación aprista, quieren alejarlo
de la carrera política.
Se oponen a su gestión y, solicitando
que abandone el cargo, anuncian una multitudinaria marcha por las calles de
Lima.
Dentro de los que tampoco quieren
ver a Urresti están quienes quemaron muñecos con su rostro y figura el último
día del año pasado.
Lo cierto es que la popularidad del
ministro del Interior sigue latente en el pensamiento de muchas personas.
Si no lo creen, se lo
demostramos. En la más reciente celebración
del Día del Pisco Sour en Lima, entre las novedades se presentó un trago con su
nombre.
¡No puede ser…! Dirán algunos. Pero,
es verdad.
“Urresti sour” es su denominación y
se prepara mediante la mezcla proporcional de pisco, limón y menta.
Ya ven. Es un político que está en
la boca de todos.
A partir de hoy, al momento de tomar
un aperitivo no faltará alguien a quien se le ocurra pedir ese coctel para
brindar.
Ahora ya saben que lo último es el “Urresti
sour”. ¡Casi nada…!
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