El meta del Táchira desvía la pelota mal lanzada por Sheput en el penal que pudo dar la victoria...
A quienes gustamos del fútbol, nos
duele decirlo. Sporting Cristal es la triste cara del fútbol peruano actual.
Mejor dicho, desde hace años atrás.
Una sola comparación. Mientras el
campeón nacional sufre para empatar de visita y en su casa, Racing de Argentina
golea fuera y en su cancha.
Al Táchira de Venezuela, con el que
los cerveceros igualaron uno a uno en Lima,
le hizo cinco en Caracas.
Y al Guaraní de Paraguay, que empató
a dos con los del Rímac, le anotó cuatro en Buenos Aires.
Ellos golean. Nosotros anotamos uno
o dos, como si estuviera prohibido.
Peor aún. Somos perdonavidas. Lo que
es fatal en el fútbol. A diferencia de otros deportes, como el boxeo.
Si en el cuadrilátero das un buen golpe
al rival y lo haces tambalear. El árbitro pone la mano entre ambos y ya ganaste.
Está vetado masacrar.
Las reglas en el fútbol son distintas.
Si le metes uno y puedes convertir dos, tres, cuatro o diez, hazlo no más. Tal
como dice uno de los poco acertados comerciales de la tv.
Cristal pudo hacer eso contra
Guaraní cuando iba dos a cero en Los Defensores del Chaco y uno a cero contra
el Táchira en el Nacional. Y no lo hizo.
En el fútbol jamás perdones. Porque
después te puedes arrepentir. Eso deben tenerlo muy presente los jugadores
peruanos en todas las categorías.
El consejo incluye a los de la
Universidad César Vallejo que, a veces, cuando dominan y el adversario está
confundido, bajan las revoluciones,
Sigan atacando. Llenen el arco
contrario. Pero, eso sí, atentos al contragolpe. Sin descuidar el medio campo y
las líneas posteriores.
Volviendo a los celestes. Dos
partidos y dos puntos. Producto de dos empates que pudieron ser triunfos. El
Racing, ya tiene seis.
Ahmed dice que el equipo está vivo y
las puertas de la clasificación aún siguen abiertas. Si, pues, pero otra vez,
sean más efectivos.
Veremos si es cierto el próximo choque
con los argentinos en Lima. Porque, hasta ahora, Cristal y Aurich en la
Libertadores son el fiel reflejo de la triste cara del fútbol peruano…
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