viernes, 30 de enero de 2015

¡LA ESPERANZA SE DILUYE..!



Ya cabeceó Ugarriza y la bola se dispone ingresar a la valla uruguaya...

Volvió a perder Perú. Esta vez por tres a uno, en su segunda presentación en el hexagonal final Sub 20.
             
Dio la impresión que el cuadro nacional empezó desconcertado al actuar ante tribunas casi repletas alentando al dueño de casa
             
Muy distanciados unos de otros, los jugadores no lograban encontrarse entre sí.
            
Abusaron del pase lateral o retrasado, carente por completo de agresividad ganándose, por momentos, las pifias del aficionado.
             
Ante tal desconcierto, los celestes fueron con todo adelante y antes de los cuarenta ya ganaban por uno a cero.
             
Rivera aprovechó el descanso para apostar por Da Silva y Ugarriza, de solo dieciocho años.
             
Sin embargo, la bicolor continuó ahogada en sus propios errores. Así pasados los diez minutos, la cuenta aumentó a dos.
             
Parecía que comenzaba el descalabro, pero luego de dos providenciales salvadas del arquero debutante Grados, se fueron a la ofensiva.
             
Ante un córner, Ugarriza conecta preciso de cabeza y logra el descuento.
             
El tanto revitaliza al elenco inca animado mucho más con el ingreso de Cossío, aunque se notó la falta de precisión en el remate final.
             
Es en esas circunstancias que la oncena oriental aumenta la cuenta a tres y baja el telón del choque.
             
Colombia es el siguiente adversario el próximo domingo en un choque que decidirá el futuro del escuadrón peruano.
            
Hasta el momento, la gran desilusión es Peña un muchacho que juega en el extranjero y prometía ser el conductor del conjunto.
             
Fatalmente, nunca apareció. Las ocasiones que alineó como titular se perdió dentro del grupo. Una decepción.
            
Con dos derrotas consecutivas a cuestas y tres encuentros por disputar frente a Colombia, Brasil y Paraguay, clasificar a torneos internacionales se torna en una posibilidad lejana.
             
Lástima que con ello se diluyan nuestras esperanzas…

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