jueves, 12 de marzo de 2009

“SEÑOR, RECÍBELA CON LA MISMA ALEGRÍA…”


Elocuente epitafio de alguien que no pudo alcanzar la felicidad en el matrimonio...
Es indudable que el mejor homenaje que se puede brindar a un ser querido cuando deja de existir, queda expresado en aquello que se escribe en su lápida.

La gente se esmera en buscar la mejor oración o frase que quedará perennizada en el frío mármol, único testigo que allí yace el cuerpo de la persona amada.

Pero, confirmando que en el mundo entero hay excepciones, hacemos constar el epitafio que se exhibe en un cementerio sudamericano.

Luego del nombre y apellido de su cónyuge, el esposo ha colocado la inscripción:

“Señor, recíbela con la misma aegría con la que yo te la mando”.

Duro, ¿Verdad…?, pero es el testimonio de un hombre que tuvo la desdicha de no haber podido encontrar en la vida a la mujer de sus sueños…

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