La edad no cuenta. Todo depende de la actitud. Ray Moon se consagró campeón de culturismo en Australia... (Reuters)
Demostrando que la edad no constituye ningún obstáculo para conseguir las metas que una persona se propone, un septuagenario fue elegido campeón de culturismo.
El hecho ocurrió en Australia cuando Ray Moon, de setentinueve años, se impuso a los demás participantes, mucho más jóvenes que él.
El triunfo es aún más meritorio se tiene en cuenta que fue obtenido en un evento nacional de aficionados perteneciente a la categoría de sesenta años.
Sin embargo, adquiere mucha mayor dimensión si se tiene en cuenta que el veterano deportista tuvo que superar la polio, una operación a corazón abierto y problemas prostáticos.
Ray empezó a entrenar hace cinco años con la intención de superar los problemas generados debido al fracaso económico que lo obligó a cerrar su restaurante.
“Necesitaba algo para organizar mi cabeza”, sostiene al referirse al momento en que inició sus prácticas.
Actualmente, confiesa que sigue una dieta estricta alta en proteínas y un meticuloso régimen de entrenamiento.
Por lo demás, entrena cinco días a la semana, realiza dos horas de ejercicios y camina de tres a cuatro kilómetros en la cinta.
Sobre los éxitos en su forma de vida, declara que espera inspirar a la gente mayor a ser más activa.
“Siempre tuve una actitud positiva mucho antes de arruinarme, pero ayuda cuando no tienes dinero y te vez obligado a empezar otra vez. Es una gran diferencia”, dice.
Ray Moon es el más evidente ejemplo de actitud, entereza, esfuerzo y confianza en sí mismo, para triunfar en la vida, sin tener en cuenta para nada la edad de las personas…
Demostrando que la edad no constituye ningún obstáculo para conseguir las metas que una persona se propone, un septuagenario fue elegido campeón de culturismo.
El hecho ocurrió en Australia cuando Ray Moon, de setentinueve años, se impuso a los demás participantes, mucho más jóvenes que él.
El triunfo es aún más meritorio se tiene en cuenta que fue obtenido en un evento nacional de aficionados perteneciente a la categoría de sesenta años.
Sin embargo, adquiere mucha mayor dimensión si se tiene en cuenta que el veterano deportista tuvo que superar la polio, una operación a corazón abierto y problemas prostáticos.
Ray empezó a entrenar hace cinco años con la intención de superar los problemas generados debido al fracaso económico que lo obligó a cerrar su restaurante.
“Necesitaba algo para organizar mi cabeza”, sostiene al referirse al momento en que inició sus prácticas.
Actualmente, confiesa que sigue una dieta estricta alta en proteínas y un meticuloso régimen de entrenamiento.
Por lo demás, entrena cinco días a la semana, realiza dos horas de ejercicios y camina de tres a cuatro kilómetros en la cinta.
Sobre los éxitos en su forma de vida, declara que espera inspirar a la gente mayor a ser más activa.
“Siempre tuve una actitud positiva mucho antes de arruinarme, pero ayuda cuando no tienes dinero y te vez obligado a empezar otra vez. Es una gran diferencia”, dice.
Ray Moon es el más evidente ejemplo de actitud, entereza, esfuerzo y confianza en sí mismo, para triunfar en la vida, sin tener en cuenta para nada la edad de las personas…
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