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Reciben ese nombre raro las cornetas utilizadas por los aficionados para alentar a los jugadores del equipo de sus simpatías.
Lo que más llama la atención es que son ejecutadas por el público en las tribunas desde antes que empiecen los partidos y no cesan en ningún instante.
Los miles de aparatos, ejecutados al mismo tiempo, emiten un ensordecedor ruido agudo y estridente capaz de producir hasta ciento cuarenta y cuatro decibeles.
Según la explicación científica, la exposición prolongada pone en riesgo la capacidad auditiva del individuo y es capaz de dejar daños permanentes.
La vuvuzela es una trompeta de plástico que se toca sacando la lengua y exhalando por una boquilla. Hace alusión a los antiguos cuernos empleados en las tareas de caza de animales silvestres.
De acuerdo a las expresiones de sus detractores, origina una vibración mayor que los fuegos artificiales, el despegue de un avión o un concierto de rock.
Y cuando suenan miles al mismo tiempo surge un irritante zumbido, parecido al de millares de moscones o abejas.
Por todas esas consideraciones surgió un movimiento que solicitó a
En contraposición a ellos, resulta que los mismos fanáticos extranjeros, contagiados por la gente del lugar, las adquieren y usan.
Mientras tanto, se informa que el chirriante sonido, es la mayor descarga del momento en Europa en la aplicación para Iphone, para hacerla sonar en cada llamada, en los celulares.
Aún más, doce horas antes del encuentro entre Inglaterra y Estados Unidos, que resultó empatado, se vendieron en Londres veintidós mil instrumentos. Lo que equivale a uno cada dos segundos.
Por último, su creador, el sudafricano Freddy Maake amenaza con el lanzamiento a nivel mundial un CD con las “mejores melodías” de las vuvuzelas.
Esa es la sugerente historia de la mayor atracción del Mundial. Odiada por unos y preferida por otros……
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