La Gioconda era bella para su época...
La Gioconda o Monalisa, la pintura más famosa del mundo, hizo noticia esta semana al anunciarse la identidad de la modelo que posó para Leonardo da Vinci.
Más de quinientos años después de ser plasmada en el lienzo, quien aparece en el cuadro es Lisa de Gherardini, esposa del comerciante florentino Francesco del Giocondo.
La revelación fue efectuada por el director de la universidad alemana de Heildelberg.
Exhibida en el museo Louvre de París, la obra del Leonardo concita admiración mundial por su belleza y técnica. Sobre todo por el misterio y enigma de su sonrisa.
Para esclarecer el secreto, hace poco el cuadro fue sometido a la prueba de la “medida de emociones”, mediante la aplicación de un software por la Universidad de Illinois.
El test estableció que el ochentitrés por ciento de la célebre sonrisa expresa felicidad, el nueve por ciento disgusto, el seis por ciento miedo y el dos por ciento enojo.
Hace dos años, la pintura fue expuesta al escáner infrarrojo que concluyó que la dama tenía una estatura de un metro sesenta y ocho. Su peso, sesenta y tres kilos.
Cuando Da Vinci la esbozó, el artista tenía más de cincuenta años y algunos dicen que la moza estaba embarazada por la posición de sus manos sobre el estómago.
Datos y especulaciones de toda clase. Pero, la Monalisa ¿era bonita…?.
A simple vista parece algo subida de peso, sin embargo encaja perfectamente en la contextura de las jóvenes de la época.
Sus rasgos tampoco son muy refinados que digamos, pero es el tipo femenino auténtico de inicios de la edad Moderna..
Todo eso indica que, si nos ubicamos en el momento que existió, la Gioconda era una mujer relativamente bella.
Por lo demás, queda la palabra de los lectores, quienes tienen la plena facultad de dar su opinión al respecto…
La Gioconda o Monalisa, la pintura más famosa del mundo, hizo noticia esta semana al anunciarse la identidad de la modelo que posó para Leonardo da Vinci.
Más de quinientos años después de ser plasmada en el lienzo, quien aparece en el cuadro es Lisa de Gherardini, esposa del comerciante florentino Francesco del Giocondo.
La revelación fue efectuada por el director de la universidad alemana de Heildelberg.
Exhibida en el museo Louvre de París, la obra del Leonardo concita admiración mundial por su belleza y técnica. Sobre todo por el misterio y enigma de su sonrisa.
Para esclarecer el secreto, hace poco el cuadro fue sometido a la prueba de la “medida de emociones”, mediante la aplicación de un software por la Universidad de Illinois.
El test estableció que el ochentitrés por ciento de la célebre sonrisa expresa felicidad, el nueve por ciento disgusto, el seis por ciento miedo y el dos por ciento enojo.
Hace dos años, la pintura fue expuesta al escáner infrarrojo que concluyó que la dama tenía una estatura de un metro sesenta y ocho. Su peso, sesenta y tres kilos.
Cuando Da Vinci la esbozó, el artista tenía más de cincuenta años y algunos dicen que la moza estaba embarazada por la posición de sus manos sobre el estómago.
Datos y especulaciones de toda clase. Pero, la Monalisa ¿era bonita…?.
A simple vista parece algo subida de peso, sin embargo encaja perfectamente en la contextura de las jóvenes de la época.
Sus rasgos tampoco son muy refinados que digamos, pero es el tipo femenino auténtico de inicios de la edad Moderna..
Todo eso indica que, si nos ubicamos en el momento que existió, la Gioconda era una mujer relativamente bella.
Por lo demás, queda la palabra de los lectores, quienes tienen la plena facultad de dar su opinión al respecto…
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