Parte del Tokio Auto Salón 2008 donde sólo basta justificar que uno trabaja para comprar un carro del año...
Acaba de concluir la mayor feria de automóviles del mundo.
Se trata del Tokio Auto Salón 2008, realizado en el Nipón Convention Center (Makuhari Messe), ubicado en Nadase, Mihama-Ka, Chiba-Shi, Chiba-Ken, al norte de la capital, en Japón.
El evento es organizado anualmente y cuenta con la participación de alrededor de trescientos expositores provenientes de todas partes del mundo.
Los asistentes pueden constatar directamente las bondades e innovaciones en los automóviles más lujosos, veloces y aerodinámicos fabricados por todas las marcas.
La exhibición también cuenta con espacios especiales para mostrar lo último en juegos virtuales para autos en el Game Show.
En la espectacular exposición, los visitantes tienen la oportunidad de soñar con el auto anhelado y comenzar a ahorrar el dinero necesario para adquirirlo.
Aunque, en Japón, basta demostrar que una persona cuenta con trabajo fijo, para estar en condiciones de ser admitido como comprador.
Recibe el vehículo preferido de inmediato. La compañía se encarga luego de hacer el descuento respectivo en la planilla del centro de trabajo.
El vendedor asegura un cliente y éste se olvida de ir a abonar. No hay opción para atrasarse en los pagos. Todo se hace por conducto interno regular.
Nadie pierde. Todos ganan. Y uno tiene la oportunidad de conducir un auto del año. Envidiable. ¿Verdad…?
Se trata del Tokio Auto Salón 2008, realizado en el Nipón Convention Center (Makuhari Messe), ubicado en Nadase, Mihama-Ka, Chiba-Shi, Chiba-Ken, al norte de la capital, en Japón.
El evento es organizado anualmente y cuenta con la participación de alrededor de trescientos expositores provenientes de todas partes del mundo.
Los asistentes pueden constatar directamente las bondades e innovaciones en los automóviles más lujosos, veloces y aerodinámicos fabricados por todas las marcas.
La exhibición también cuenta con espacios especiales para mostrar lo último en juegos virtuales para autos en el Game Show.
En la espectacular exposición, los visitantes tienen la oportunidad de soñar con el auto anhelado y comenzar a ahorrar el dinero necesario para adquirirlo.
Aunque, en Japón, basta demostrar que una persona cuenta con trabajo fijo, para estar en condiciones de ser admitido como comprador.
Recibe el vehículo preferido de inmediato. La compañía se encarga luego de hacer el descuento respectivo en la planilla del centro de trabajo.
El vendedor asegura un cliente y éste se olvida de ir a abonar. No hay opción para atrasarse en los pagos. Todo se hace por conducto interno regular.
Nadie pierde. Todos ganan. Y uno tiene la oportunidad de conducir un auto del año. Envidiable. ¿Verdad…?
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