Es necesario estar calmado al leer nuestro correo electrónico para evitar enfermar...
Las variaciones generadas por la irrupción de la informática en el mundo, han dado lugar también a la aparición de algunos cambios de estado en las personas.
Nadie podría imaginarse que en el simple hecho de abrir todos los días nuestro correo electrónico, podríamos estar expuestos a padecer algunos males.
Es que en el momento de consultar la correspondencia recibida nos enteramos de sucesos de toda clase. Buenos y malos.
Hay ocasiones en que una persona es capaz de experimentar diferentes estados de ánimo en sólo instantes motivados por las diversas emociones captadas a la vez.
Éstas pueden ser de alegría, tristeza, expectativa, ansiedad, presión y todo aquello que pueda pasar por nuestra mente o sentimientos, según refiere Wise Geek.
La consecuencia inmediata son las modificaciones que pueden dificultar la respiración, tornándola profunda, superficial o insuficiente, mientras leemos los mensajes.
Todo ésto es lo que se denomina en el campo médico como Apnea del Correo Electrónico, término propuesto por la investigadora Linda Stone.
Ella constató que sus compañeros de trabajo mostraban distintos comportamientos a manera que se enteraban del contenido de sus correos.
Verificó que, en casos, la respiración se aceleraba y en forma simultánea, el número de pulsaciones aumentaba.
Estableció que tales alteraciones producían una mala oxigenación y desórdenes respiratorios debido a la concentración de la atención en el ordenador.
La conclusión inmediata fue que esa forma de respirar constituye un signo inequívoco de estrés.
Consecuencia directa son las respiraciones nerviosas y otros síntomas contraproducentes.
Por eso recomienda que al revisar el correo electrónico personal, es indispensable mantener el aliento constante y profundo.
Así mismo tomar las cosas con calma, ser consciente de la manera como se respira y hacer pausas o descansar cada cierto tiempo.
Ya lo saben. Es necesario estar preparados para recibir el impacto de los informes que llegan a nuestro correo electrónico.
Y relajarse. No hacerlo, sería predisponernos a enfermar…
Nadie podría imaginarse que en el simple hecho de abrir todos los días nuestro correo electrónico, podríamos estar expuestos a padecer algunos males.
Es que en el momento de consultar la correspondencia recibida nos enteramos de sucesos de toda clase. Buenos y malos.
Hay ocasiones en que una persona es capaz de experimentar diferentes estados de ánimo en sólo instantes motivados por las diversas emociones captadas a la vez.
Éstas pueden ser de alegría, tristeza, expectativa, ansiedad, presión y todo aquello que pueda pasar por nuestra mente o sentimientos, según refiere Wise Geek.
La consecuencia inmediata son las modificaciones que pueden dificultar la respiración, tornándola profunda, superficial o insuficiente, mientras leemos los mensajes.
Todo ésto es lo que se denomina en el campo médico como Apnea del Correo Electrónico, término propuesto por la investigadora Linda Stone.
Ella constató que sus compañeros de trabajo mostraban distintos comportamientos a manera que se enteraban del contenido de sus correos.
Verificó que, en casos, la respiración se aceleraba y en forma simultánea, el número de pulsaciones aumentaba.
Estableció que tales alteraciones producían una mala oxigenación y desórdenes respiratorios debido a la concentración de la atención en el ordenador.
La conclusión inmediata fue que esa forma de respirar constituye un signo inequívoco de estrés.
Consecuencia directa son las respiraciones nerviosas y otros síntomas contraproducentes.
Por eso recomienda que al revisar el correo electrónico personal, es indispensable mantener el aliento constante y profundo.
Así mismo tomar las cosas con calma, ser consciente de la manera como se respira y hacer pausas o descansar cada cierto tiempo.
Ya lo saben. Es necesario estar preparados para recibir el impacto de los informes que llegan a nuestro correo electrónico.
Y relajarse. No hacerlo, sería predisponernos a enfermar…
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