Móviles viejos a lado de otros artefactos, forman parte de la "minería urbana"...
Pasaron por nuestras manos y ahora casi ni existen, pero se acaba de confirmar que los celulares antiguos contienen metales preciosos en sus entrañas.
Oro, plata, cobre e iridio, excelentes conductores de la electricidad, eran utilizados en un principio en los minúsculos circuitos de esos dispositivos.
Buscar los aparatos entre rumas de artefactos eléctricos, ha dado lugar a la terminología “minería urbana”.
Una vez encontrado, el oro es fundido para su posterior venta a joyeros, inversores y fabricantes electrónicos.
Tadahiko Sekigawa, presidente de la compañía japonesa de reciclaje Eco-System, destaca la importancia que tiene en ese país el proceso de reciclaje.
Por su parte, un representante de Yokohama Metal, dedicada a la misma tarea, revela que de una tonelada de celulares en desuso se pueden extraer ciento cincuenta gramos de oro.
En cambio, de igual cantidad de mineral de una mina del valioso metal, apenas se obtienen cinco gramos.
De otro lado, el reciclaje se convierte en una necesidad sobre todo ahora que el precio de los minerales preciosos alcanza cifras elevadas.
Todo este trabajo hace frente al problema que apenas el diez o veinte por ciento de japoneses, se decide a desprenderse con facilidad de sus teléfonos móviles.
La razón se sustenta en el aparente temor del uso que pueda darse a los datos personales guardados en sus celulares.
Sea de una manera u otra, lo cierto es que existe una verdadera mina en esos aparatitos convertidos ya en una necesidad.
¿Se animaría usted a ingresar al novísimo campo de la “minería urbana”…?
Oro, plata, cobre e iridio, excelentes conductores de la electricidad, eran utilizados en un principio en los minúsculos circuitos de esos dispositivos.
Buscar los aparatos entre rumas de artefactos eléctricos, ha dado lugar a la terminología “minería urbana”.
Una vez encontrado, el oro es fundido para su posterior venta a joyeros, inversores y fabricantes electrónicos.
Tadahiko Sekigawa, presidente de la compañía japonesa de reciclaje Eco-System, destaca la importancia que tiene en ese país el proceso de reciclaje.
Por su parte, un representante de Yokohama Metal, dedicada a la misma tarea, revela que de una tonelada de celulares en desuso se pueden extraer ciento cincuenta gramos de oro.
En cambio, de igual cantidad de mineral de una mina del valioso metal, apenas se obtienen cinco gramos.
De otro lado, el reciclaje se convierte en una necesidad sobre todo ahora que el precio de los minerales preciosos alcanza cifras elevadas.
Todo este trabajo hace frente al problema que apenas el diez o veinte por ciento de japoneses, se decide a desprenderse con facilidad de sus teléfonos móviles.
La razón se sustenta en el aparente temor del uso que pueda darse a los datos personales guardados en sus celulares.
Sea de una manera u otra, lo cierto es que existe una verdadera mina en esos aparatitos convertidos ya en una necesidad.
¿Se animaría usted a ingresar al novísimo campo de la “minería urbana”…?
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