Oscar Wilde, condenado a la cárcel por actos homosexuales. Hoy existe plena libertad. Pero debe protegerse y orientar a los niños y jóvenes...
La publicación en internet de los juicios más famosos de la historia del Reino Unido, revivió la presencia del ilustre dramaturgo irlandés Oscar Wilde (1854-1900).
El escritor y poeta alcanzó celebridad por su particular ingenio y la calidad de sus obras.
Entre sus producciones de teatro figura “Salomé” y en prosa la renombrada “El Retrato de Dorian Gray”.
Destacó también por haber dejado a la posteridad varias frases célebres como:
“Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche”.
“La mujer ha nacido para ser amada, no para ser comprendida”.
“Uno debería estar siempre enamorado. Por eso jamás deberíamos casarnos”.
Fatalmente, la reputación de Wilde se vio afectada en 1895, al ser condenado a dos años de trabajos forzados, acusado de indecencia grave.
La sentencia expuesta por el juez estableció: “comisión inquisitoria de actos homosexuales”.
En aquella época, ese comportamiento era reprimido no sólo por la sociedad, sino también por las leyes.
Muy diferente a lo que ocurre en la actualidad pues, en todo el mundo, existen verdaderas comunidades sodomitas.
El Perú, no es la excepción. Lo criticable es que se utilice la televisión, un medio que ingresa libremente a los hogares, para hacer una especie de apología de ese comportamiento.
La mayoría de programas, en vivo, introduce innecesariamente hombres vestidos de mujer, que exageran movimientos amanerados con el pretexto de hacer reír
Incluso, cada semana, se presenta un conocido escritor que, en la conducción, aparenta buscar rating auto-declarándose homosexual.
Ahí no queda todo. Entrevista a personas con esas inclinaciones y entabla diálogos que deberían estar reservados para un escenario privado.
Lamentamos que ocurra ésto, pues en el hogar siempre hay niños y jóvenes que podrían interpretar incorrectamente las expresiones y actitudes de quienes aparecen en la pantalla.
Del mismo modo, deploramos que un medio de comunicación visual tan importante, como la televisión, desperdicie sus emisiones con espacios insustanciales.
Hay tantos aspectos importantes y valiosos que enseñar y tanto deseo de aprender de los jóvenes y niños, incluyendo los padres, que da pena no aprovecharlos correctamente.
Ojalá que las instituciones que defienden al consumidor de los mensajes masivos, algún día se pronuncien para reorientar las actuales programaciones televisivas de manera efectiva …
La publicación en internet de los juicios más famosos de la historia del Reino Unido, revivió la presencia del ilustre dramaturgo irlandés Oscar Wilde (1854-1900).
El escritor y poeta alcanzó celebridad por su particular ingenio y la calidad de sus obras.
Entre sus producciones de teatro figura “Salomé” y en prosa la renombrada “El Retrato de Dorian Gray”.
Destacó también por haber dejado a la posteridad varias frases célebres como:
“Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche”.
“La mujer ha nacido para ser amada, no para ser comprendida”.
“Uno debería estar siempre enamorado. Por eso jamás deberíamos casarnos”.
Fatalmente, la reputación de Wilde se vio afectada en 1895, al ser condenado a dos años de trabajos forzados, acusado de indecencia grave.
La sentencia expuesta por el juez estableció: “comisión inquisitoria de actos homosexuales”.
En aquella época, ese comportamiento era reprimido no sólo por la sociedad, sino también por las leyes.
Muy diferente a lo que ocurre en la actualidad pues, en todo el mundo, existen verdaderas comunidades sodomitas.
El Perú, no es la excepción. Lo criticable es que se utilice la televisión, un medio que ingresa libremente a los hogares, para hacer una especie de apología de ese comportamiento.
La mayoría de programas, en vivo, introduce innecesariamente hombres vestidos de mujer, que exageran movimientos amanerados con el pretexto de hacer reír
Incluso, cada semana, se presenta un conocido escritor que, en la conducción, aparenta buscar rating auto-declarándose homosexual.
Ahí no queda todo. Entrevista a personas con esas inclinaciones y entabla diálogos que deberían estar reservados para un escenario privado.
Lamentamos que ocurra ésto, pues en el hogar siempre hay niños y jóvenes que podrían interpretar incorrectamente las expresiones y actitudes de quienes aparecen en la pantalla.
Del mismo modo, deploramos que un medio de comunicación visual tan importante, como la televisión, desperdicie sus emisiones con espacios insustanciales.
Hay tantos aspectos importantes y valiosos que enseñar y tanto deseo de aprender de los jóvenes y niños, incluyendo los padres, que da pena no aprovecharlos correctamente.
Ojalá que las instituciones que defienden al consumidor de los mensajes masivos, algún día se pronuncien para reorientar las actuales programaciones televisivas de manera efectiva …
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