El nuevo chicle carece del carácter viscoso que identifica a la goma de mascar tradicional...
El chicle es la golosina que consume el mundo. Preferido por personas de toda edad en los más apartados lugares del planeta.
Obtenido originalmente del árbol Chicozapote que crece en México, empezó a producirse en Estados Unidos, en un principio sin sabor.
Más tarde se le agregó azúcar, saborizantes, aromas y esencias refrescantes lo que le permitió obtener gran demanda y popularidad en todas partes.
Cuentan que durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados norteamericanos lo masticaban para evitar dormirse durante la vigilia nocturna.
Todos lo hemos saboreado y escuchado prohibirlo a los profesores durante el dictado de clases. También las dificultades que origina su mal uso o la forma de desprenderse de él.
Por ese motivo, en la mayoría de países orientales consumirlo y arrojarlo en la vía pública está penado.
Hace un tiempo, la compañía británica IP Group invirtió trece millones de euros en una investigación encargada a la Universidad de Bristol para desarrollar una “goma limpia”.
Lo que se buscaba es que no se pegue. La idea era evitar los problemas originados en la ropa, asientos, urinarios, zapatos y cualquier otro lugar.
El objetivo fundamental era acabar con los actuales chicles fabricados de látex sintético, enormemente adhesivo y resistente al tiempo.
Concluido el proyecto, se obtuvo el nuevo producto que lleva añadido un polímero especial que modifica sus propiedades haciéndolo mucho menos pegajoso.
Según informa el ABC News, el flamante chicle que no se impregna saldrá a la venta el año próximo.
Terminarán así los múltiples problemas ocasionados por este famoso producto creado, según sus promotores, para perfumar la palabra…
El chicle es la golosina que consume el mundo. Preferido por personas de toda edad en los más apartados lugares del planeta.
Obtenido originalmente del árbol Chicozapote que crece en México, empezó a producirse en Estados Unidos, en un principio sin sabor.
Más tarde se le agregó azúcar, saborizantes, aromas y esencias refrescantes lo que le permitió obtener gran demanda y popularidad en todas partes.
Cuentan que durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados norteamericanos lo masticaban para evitar dormirse durante la vigilia nocturna.
Todos lo hemos saboreado y escuchado prohibirlo a los profesores durante el dictado de clases. También las dificultades que origina su mal uso o la forma de desprenderse de él.
Por ese motivo, en la mayoría de países orientales consumirlo y arrojarlo en la vía pública está penado.
Hace un tiempo, la compañía británica IP Group invirtió trece millones de euros en una investigación encargada a la Universidad de Bristol para desarrollar una “goma limpia”.
Lo que se buscaba es que no se pegue. La idea era evitar los problemas originados en la ropa, asientos, urinarios, zapatos y cualquier otro lugar.
El objetivo fundamental era acabar con los actuales chicles fabricados de látex sintético, enormemente adhesivo y resistente al tiempo.
Concluido el proyecto, se obtuvo el nuevo producto que lleva añadido un polímero especial que modifica sus propiedades haciéndolo mucho menos pegajoso.
Según informa el ABC News, el flamante chicle que no se impregna saldrá a la venta el año próximo.
Terminarán así los múltiples problemas ocasionados por este famoso producto creado, según sus promotores, para perfumar la palabra…
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