lunes, 25 de mayo de 2015

CASO BELAUNDE: ¡Y LA ÁCIDA SENSACIÓN DE IMPUNIDAD…!

Martín Belaunde, Nadine Heredia y Ollanta Humala...

Ocurrió lo que ningún ciudadano peruano esperaba. Cuando faltaban pocos días para que Martín Belaunde Lossio sea traído a Perú, para responder por las denuncias de corrupción en su contra, huyó de Bolivia.
             
A pesar de la custodia policial que tenía cumpliendo el arresto domiciliario en la ciudad de La Paz, desapareció sin que nadie se percatara.
             
El primer pensamiento que brota es su negativa a someterse a la justicia peruana lo que refuerza la idea que es responsable de los hechos que se le imputa.
             
Por su parte, las autoridades bolivianas califican el suceso de una “posible negligencia o complicidad”
            
Aunque entre la confusión por averiguar la forma que abandonó el lugar que ocupaba, no faltó quien lanzó la posibilidad de haber sido secuestrado.
             
Mientras el gobierno del Altiplano anunció que interrogará a los custodios de Belaunde, desde Lima llegó ayer una comisión de alto nivel y el jefe de la Interpol-Perú para indagar sobre los pormenores.
             
Lo cierto es que la actitud de Belaunde motivó una serie de conjeturas como que, cuando estuvo en el país no se le trató como debiera.
             
Acuciosos recordaron que al preguntársele sobre él a Ollanta Humala, éste contestó que había que tener cuidado “porque tenía familia” y hasta se  trató de someterlo a la colaboración eficaz, pese a que no calificaba para ello.
             
Y lo más grave. Que se le dejó escapar del Perú a pesar que se decía que todo estaba monitoreado para capturarlo. Nunca se investigó a los responsables.
             
Producto del periodismo de investigación realizado con anterioridad, revelo que el prófugo consiguió millonarios contratos con cerca de una decena de gobiernos regionales posiblemente con el apoyo de la pareja presidencial.
             
Aparte de quienes sostienen que en la etapa inicial de su campaña, Humala recibió sustanciosos aportes de Belaunde y su esposa firmó contratos de consultorías que no realizó.
             
No faltaron quienes mencionaron las declaraciones  que el prófugo dio a la prensa en el sentido que “si iba a la cárcel también lo haría Nadine Heredia y Alejandro Toledo”.
             
Además, que la conducta del estado peruano ante la justicia de Bolivia siempre fue cuestionable, pues inicialmente se dio la posibilidad de la expulsión como ocurrió con Orellana, pero no se ejecutó.
            
Todo eso haría suponer que habría recibido ayuda desde el Perú para huir y evitar declaraciones que podrían comprometer a personajes importantes.
             
Al final, lo que queda de este insólito hecho es la impotencia y desazón en el pueblo peruano porque se trunca la oportunidad de aclarar muchas dudas e interrogantes.
             
Tal vez algún día Belaunde Lossio sea traído a nuestra patria y declare la verdad que todos deseamos saber.
             
Sin embargo, por ahora, queda en el paladar de la población peruana una ácida sensación de impunidad…

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