viernes, 23 de agosto de 2013

SEGURIDAD CIUDADANA: ¡UNÁNIME APOYO A LA LEY…!

Plaza de Armas de Trujillo ciudad donde existe confianza en el efecto de las nuevas leyes para garantizar la seguridad ciudadana...

Nunca como ahora la colectividad apoya, en forma unánime, la promulgación de un documento legal del Ejecutivo.
             
Se trata de la ley 30077 que garantiza la Seguridad Ciudadana, conocida también como contra el crimen organizado.
            
Especialmente porque surge como un instrumento eficaz tendiente a solucionar el grave problema de la inseguridad que vive el país en los últimos años.
             
El flamante dispositivo faculta la imposición de penas más drásticas contra los infractores del ordenamiento legal y los reincidentes.
            
Recién es atendido el clamor popular que surgió hace un tiempo respecto a la benignidad de penas impuestas a los delincuentes.
            
Aspecto importante de la nueva ley es que modifica algunos artículos de varios códigos como el Penal, Procesal Penal, de Ejecución Penal y de Niños y Adolescentes.
             
Este dispositivo anula la prescripción de los delitos por dilación, se eliminan los beneficios penitenciarios, si el abogado no asiste a la primera audiencia es reemplazado y se incluyen las nuevas modalidades delictivas.
            
Queda superado en gran parte el vacío legal que originaba el repetido impase que la policía detenía a un delincuente y el ministerio Público lo liberaba.
             
La ley de Seguridad Ciudadana persigue la ejecución rápida del proceso y la aplicación de una justicia más equitativa.
             
Igualmente, otorga amplias facultades a los fiscales para facilitar su labor de investigación en los delitos cometidos.
             
Como era de esperar, no faltan quienes observaron la ley como el presidente del poder Judicial quien expresó que aumentará la carga procesal.
            
Pero es su trabajo y, en casos urgentes como éste, se necesita el esfuerzo y la colaboración de todos los estamentos. El pueblo les agradecerá.
             
Lo real es que las variaciones efectuadas demuestran, contra lo que expresaban algunos juristas liberteños, que era obligatorio hacer rectificaciones en las normas vigentes.
           
Al final primó el sentido común y el criterio que todo, incluyendo las costumbres buenas y malas,  cambian con el tiempo.
             
Partiendo de esa premisa, las leyes deben ser actualizadas. Adecuadas según las circunstancias y la época. Numerosos delitos cometidos ahora ni siquiera eran imaginados hace diez o quince años.
             
Los mejores deseos para que este ordenamiento legal cumpla su objetivo y nos devuelva la anhelada seguridad, tranquilidad y paz que todos nos merecemos…

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