Médicos y enfermeras lograron aumento de sueldo después de hacer huelga, pero el estado se olvida de los maestros jubilados...
Está comprobado que, aunque exista
estabilidad económica, el costo de vida se incrementa en forma paulatina.
Se comprueba al adquirir cualquier
artículo de primera necesidad, incluyendo los alimentos.
Por esa razón, cada cierto tiempo,
que puede constar de dos o tres años, los gremios profesionales dependientes
del estado paralizan sus actividades.
Para el efecto programan paros,
hacen huelgas, se declaran en huelga de hambre y hasta se desangran con la
finalidad de ser escuchados.
No importa que la labor que realicen
sea importante o vital para la ciudadanía.
Todos los recursos empleados tienen
la finalidad de ser atendidos por el gobierno y “eso es lo que vale”.
Al final, luego de varios tratos, una
conversación y otra, consiguen lo que se han propuesto.
La muestra evidente de lo que
manifestamos la acaban de dar las enfermeras y los médicos.
Ellas se declararon en huelga,
dejaron de trabajar y consiguieron lo que deseaban. Mil soles de aumento.
Los galenos, por su parte,
paralizaron durante un mes. Se suspendieron las consultas y postergaron las operaciones.
Como el caso anterior. Obtuvieron lo
que pedían. Mil quinientos soles de incremento además de dos beneficios
variables y algo más.
La situación planteada por los
médicos motivó que el presidente Ollanta Humala dijera que: “Se dejó de atender
la vida por temas económicos…”
Mil quinientos de aumento para unos
y mil para otros. ¿Saben ustedes cuánto gana en la actualidad un maestro
jubilado…?
Padeciendo las mismas necesidades,
su remuneración mensual oscila entre los quinientos y seiscientos soles y su
sueldo está congelado.
Con el agregado que, por razones
propias de su edad, sufren no una, sino tres, cuatro o más enfermedades al
mismo tiempo y no están en condiciones de hacer huelgas.
No estamos contra los logros
obtenidos por los profesionales en medicina y enfermería. Al contrario, los felicitamos.
Pero, en momentos que el gobierno
pregona por todos los vientos la inclusión social, no se puede olvidar a este
sector representativo de la población.
Los profesores, que entregaron casi
toda su vida a formar a numerosas generaciones de niños y jóvenes, también
merecen ser atendidos.
Un incremento honorable es lo mejor que
podría hacer el gobierno por ellos…
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