El Mundial Sudáfrica 2010 será recordado por varios aspectos resaltantes entre los que destaca uno por su carácter inédito.
Es el primer torneo en la historia del fútbol donde una pareja de enamorados estuvo unida en el mismo campo de juego.
Los protagonistas de esta insólita historia de amor son Iker Casillas, portero y capitán de España, Campeón del Mundo y Sara Carbonero, sub directora de deportes en Telecinco de Madrid.
Por esas circunstancias que ocurren escasamente, ambos estuvieron cerca en el mismo gramado de los estadios.
Él, defendiendo los colores del equipo rojo y ella, cubriendo las incidencias de cada encuentro para los aficionados de la península ibérica.
No sabemos si obedecía una comisión de sus jefes o al intempestivo impulso de su corazón. Lo cierto es que, en el primer parido del certamen, la joven se ubicó a unos cuantos metros del arco de Iker.
Se jugaba contra Suiza y, para mala suerte, el elenco hispano perdió.
Fotografías y videos que mostraban a los jóvenes muy juntos, motivaron las críticas adversas contra la periodista.
Sara fue acusada, por un sector de los reporteros, de ser la culpable de la derrota distrayendo a su amado al permanecer en la parte posterior de la portería.
El episodio se repitió en los compromisos siguientes, pero como se tradujeron en triunfos, no se volvió a tocar el tema.
Al término del match contra Holanda que dio el título a España, Sara se acercó ante el panel de la prensa y entrevistó al guardameta. Era su revancha.
El diálogo fue breve. Se desarrolló entre sonrisas y tuvo un final inesperado.
Iker tomó a Sara por el cuello y la besó efusivamente ante las cámaras delante de las cámaras del mundo entero.
La escena nos trajo a la mente las películas de antaño que terminaban con el feliz abrazo de los amantes.
Ese día, el beso representó el epílogo de la carrera triunfal de España que concluyó llevándose, por primera vez, la copa del Mundial…
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