miércoles, 11 de noviembre de 2009

CONTRA LA DELINCUENCIA: ¡LAS COMISARÍAS DE BARRIO DE JAPÓN…!


Las Koban, comisarías comunitarias o de barrio en Japón, son muy populares y, sobre todo, efectivas. Garantizan la vida segura y pacífica en ese país...

No es la primera vez que nos referimos a la grave incidencia de la delincuencia en Trujillo y el Perú.

El desempleo, el mala educación, las leyes benignas, lo que sea. Lo cierto es que el delito no cesa su terrorífico avance,

La situación en nuestra ciudad es tal, que un programa televisivo dedicó un espacio especial para ocuparse de ella.

Por su parte, un influyente diario capitalino trató sobre el tema utilizando parte del eslogan que nos caracterizaba hasta hace poco. Ahora, Trujillo es “la capital de la eterna delincuencia”, anotó.

En ambos casos se hace alusión a las últimas muertes producidas utilizando armas de fuego y concluyen con el asesinato de un policía que protegía a una ciudadana que había realizado un retiro importante de una agencia bancaria.

Fatídicos sucesos que ni siquiera invitan al gobierno, el ministerio del Interior y a las autoridades municipales, regionales, policiales, eclesiásticas, congresistas y organismos representativos, a reunirse para establecer planes conjuntos de acción para terminar con este mal.

Ante esa desesperante inercia, la población entera queda totalmente desprotegida y le corresponde asumir, por su cuenta, la mejor manera de organizarse para hacer frente al delito.

Esto nos trae a la memoria la forma como están conformadas las pequeñas Koban, comisarías comunitarias o de barrio en Japón.

Para empezar diremos que el veinte por ciento de los efectivos policiales está destacado en los alrededores o juntas vecinales, como se les llama en nuestra ciudad.

En esos lugares poseen un local con todas las comodidades, incluyendo servicios de comunicación satelital con la sede central.

Cada Koban posee un mínimo de tres policías que recorren durante día y noche la zona en patrullero, motocicleta, bicicleta o a pie.

Estas micro-entidades policiales mantienen contacto permanente con la sede central, los establecimientos comerciales y los vecinos que colaboran en forma permanente con ellos.

Poseen el registro de todas las casas y sus habitantes. Tienen pleno conocimiento del movimiento de personas en las viviendas y las labores a las que se dedican.

Periódicamente, los efectivos policiales hacen rondas de verificación de ciudadanos casa por casa y preguntan por los cambios en caso de haber producido. También acerca de los familiares y amigos que llegan de visita.

Cuando los jóvenes realizan algo incorrecto, la policía llama la atención a los padres.

Según la Organización para la Corporación y el Desarrollo Económico de Japón, se producen 0.05 por cada mil habitantes al año y los crímenes violentos, ni siquiera alcanzan esa cifra.

La segura y pacífica vida comunitaria, es una de las características de la sociedad japonesa que, en su gran mayoría, incluyendo a los juristas, apoya la pena de muerte.

¿Podrá aplicarse un sistema similar en el Perú actual para evitar la delincuencia…?

1 comentario:

Anónimo dijo...

debemos unirnos el pueblo peruano y apoyar la pena de muerte para todo un pais marche al desarrollo y que el ejercito peruano haga lo que la policia no sabe hacer , es decir trabajar