jueves, 13 de noviembre de 2008

PROHIBIDO LLAMARSE “VIERNES”…


Algunos padres eligen nombres de mal gusto para sus hijos. En Italia, una pareja lucha en los tribunales al respecto...

Las discusiones y problemas sobre el nombre que los padres escogen para sus hijos se producen con relativa frecuencia.

Lo cierto es que, existiendo muchos que son tan bonitos y aparentes, en ocasiones, los progenitores seleccionan algunos que hacen fruncir el seño, por decir lo menos.

Personalmente conozco a una chica que se llama Blanca y es morena, casi de piel negra, otra que responde a Linda y, sencillamente, es fea o Angelita que es un verdadero demonio.

No faltan los padres que eligen Cielo para nombrar a su hija y resulta que su vida es un infierno o también Socorro que aparentaría estar en permanente SOS.

En cuanto a los varones, alguien llamado Salvador que no ha liberado ni a su gato, un tal Dedicación que no se sabe que oficio tiene o Purificación que posiblemente sea cura.

Ocurre lo mismo con la señora cuyo nombre y apellido por coincidencia es Zoila Reyna de Salaverry (“Soy la reina de Salaverry”). Salaverry es un puerto peruano.

Estas acotaciones saltan a la mente al conocerse el fallo de la Corte Suprema de Roma, Italia, que acaba de prohibir a una pareja nombrar a su hijo recién nacido Vernedi, “Viernes”, en italiano.

El tribunal sustenta su determinación diciendo que el nombre es “estúpido” y que, en el futuro, provocará burlas.

Se comprueba con facilidad que la designación fue extraída de la novela de Daniel DefoeRobinson Crusoe” que asocia el apelativo a “servilismo e inferioridad”, según informa la BBC.

Mara, la madre y Roberto, el padre, reclaman poder llamar a su hijo como desean y sostienen que los famosos pueden poner nombres ridículos como Océano o Coco.

Por eso aseguran que asignarán a su hijo Viernes por que les gusta y al próximo hijo, siguiendo con la misma tónica, Miércoles.

El caso ha generado gran expectativa en la península que está a la espera de la decisión final.

Según las leyes italianas, “se cambiará el nombre cuando éste pueda afectar a la vida social del niño y crearle inseguridad”:

El dilema está planteado, pero debe servir de advertencia a los padres para que escojan nombres que merezcan el orgullo y agradecimiento de sus descendientes.

De lo contrario, mortificarán la vida de sus hijos, quienes vivirán siempre confundidos del mal gusto de sus padres…

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