Los últimos presidentes del Perú dejaron frases que los identifican...
Generalmente se suele recordar a las
personas por sus gestos, pero en especial, por las palabras que utilizan en la
conversación diaria.
Traslademos esta apreciación a los
últimos presidentes del Perú. ¿Cuáles son las expresiones por las que más los
tenemos presentes…?
Alejandro Toledo, ahora más
preocupado que nunca, acostumbraba emplear en sus discursos frases del diálogo
popular.
“Caiga
quien caiga...” y “Separar la paja
del trigo…” son las que más recordamos y resultan premonitoria en su propia
vida.
Parece que fue él quien cayó y en
estos momentos afronta una seria acusación de la cual trata de librarse a toda
costa.
Es como si él mismo, poniendo en
práctica las expresiones que lo identificaron, tratara de “separarse de la paja”.
Continúa “la plata viene sola” de Alan García que quedó perennizada para la historia
tal como la “suerte” que tiene para librarse de todas las denuncias en su
contra.
Ollanta Humala, no se queda atrás, nos deja una alocución que, como plaga,
contagia a miles de peruanos.
No solo a las personas. También a
los organismos públicos y privados, consorcios, empresas e instituciones de
toda índole.
Son las ya famosas: “peruanos y
peruanas”, “ciudadanos y ciudadanos”, “niños y niñas” y otros más
circunloquios.
Y como una absurda manifestación
epidémica involucra a otras palabras como “todos y todas”.
Un ejemplo que invita a llorar de
este “humalismo lingüístico” quedó impreso en la sección regional de un diario
capitalino, del sábado 2 de agosto último, cuando al empezar se anota:
“Todo
mensaje presidencial debe darnos a los y las ciudadanos la tarea de contrastar…”
Por
querer utilizar, innecesariamente, el artículo femenino el autor arrojó su
comentario al tacho. Se complicó solo.
Esta equivocada forma de escribir o hablar
contradice por completo los dictados de la Real Academia de la Lengua Española.
Su uso se está haciendo tan común
que podría quedar como un peruanismo basado en la pésima aplicación del
lenguaje de nuestra parte.
Lo grave es que, a nivel del resto
de los países latinoamericanos, el Perú quedaría como el hazmerreír respecto al
conocimiento y uso correcto del idioma español…
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