Las combis han dejado una "cultura" en el transporte público de Trujillo...
Hasta ayer creía que la gente solo
desafiaba el peligro viajando, en las horas punta, colgada de la puerta de un
microbús o una coaster.
Estaba equivocado. Fatalmente, hace
lo mismo cuando utiliza en esos cilindros rodantes que constituyen las combis.
Justo esperaba uno de esos pequeños
e incómodos vehículos cuando se detuvo frente a mi uno de ellos.
Sorprendido observé que una de las
piernas de un pasajero y otra, del cobrador colgaban en el aire fuera del
carro..
Un joven, que esperaba a mi lado, se
dispuso abordarlo cuando alguien que iba a bordo le gritó desde el fondo al
ayudante:
¡Sube uno más y tú, cobrador, te quedas…!
Era cierto. El carro estaba repleto.
No cabía ni un alfiler. Y lo que es más, apremiado por marcar la tarjeta partió
a gran velocidad.
Resulta que la demanda de quienes
viajan es mucho mayor a la capacidad de estas, generalmente viejas, unidades de
servicio público.
Por su reducido espacio, es
inconcebible aceptar las pésimas condiciones en que son trasladados los
pasajeros.
No existe una prudencial distancia
entre los asientos, lo que obliga a las personas a sentarse de costado porque las
rodillas impactan contra el espaldar de la fila anterior.
Aparte del “taburete de media nalga”
instalado a espaldas del asiento del piloto cuyo espaldar se mueve según la
posición de quienes viajan adelante.
En realidad, es difícil aceptar que la gerencia de Transportes
del municipio haya proporcionado licencias de circulación a estos vehículos en
las condiciones descritas.
Cuando se efectúan las revisiones
técnicas, los especialistas deberían intentar sentarse en cada lugar y, según
los resultados, otorgar el visto bueno correspondiente.
A todo ello debe agregarse la
molestia y vaivenes de los usuarios que son obligados a permanecer de pie
cuando las combis están repletas.
Qué decir de las sirenas y sus ruidos molestos que contaminan todo el recorrido al igual que los gritos de los cobradores en cada esquina.
Hace meses se anunció la incorporación
de más de ciento cincuenta modernos ómnibus de fabricación china en las líneas
urbanas e interdistritales.
La ciudadanía espera que pronto se
haga realidad y varios de ellos sirvan para reemplazarlas.
Debemos aceptar que ya cumplieron su
ciclo y que durante su vigencia dejaron para la posteridad el insólito mundo de
la cultura combi…
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