Sofisticada y moderna, la muñeca Bratz acaba de originar un juicio entre dos consorcios comerciales...Que dama de la actualidad, cuando era niña, no jugó con una muñeca.
Antiguamente había las que cerraban los ojos luciendo grandes pestañas o las que lloraban cuando se les colocaba en posición horizontal.
Ya en época más cercana aparecieron aquellas que mostraban ciertas características sexuales y cosas por el estilo.
Bueno, lo cierto es que la compañía MGA Entertaiment lanzó hace un tiempo unas muñequitas muy parecidas a las que producía Mattel.
Los últimos, sintiéndose afectados, entablaron un juicio que les dio la razón.
El tribunal de Riverside, estado de California, Estados Unidos, acaba de declarar fundada la demanda.
El documento jurídico considera que se han ocasionado daños a Mattel al cometerse una infracción contra los derechos de autor y la franquicia de las muñecas Bratz.
La decisión final del juzgado establece que MGA debe indemnizar a Mattel con sesenta y ocho millones de euros por derechos de autor.
Mientras los grandes consorcios se enfrascan en disputas judiciales, las niñas seguirán jugando con sus “pequeñas”, fungiendo de mamás.
Continuarán inmersas en sus sueños e ilusiones infantiles que sólo terminarán con el transcurrir de los años.
Cuando, ya jóvenes, conozcan sus amigos y comiencen a introducirse en la vida de los adultos.
Allí. En ese punto invisible. Donde termina la fantasía y empieza la siempre inflexible y, a veces dura, realidad…
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