Traten de establecer la diferencia entre un producto y el otro...
A simple vista aparecen dos empaques de pilas del tipo AA perfectamente embalados. Tal como podrían apreciarse en la vitrina de una tienda o un super mercado.
Sin embargo. No es cierto. Uno de ellos es falso. ¿Pueden identificarlo…?
Miren bien. Concéntrense. No desprendan los ojos de la foto y den su veredicto.
Es posible que hayan acertado. Claro. Por su nombre comercial familiar, es fácil inclinarse por las baterías de la izquierda.
El envase derecho no contiene lo que nos imaginamos. Su mismo nombre lo dice “Choco Power”. ¡Son chocolates…!
Pertenece a la línea de los llamados euro-chocolates. Envueltos en papel de aluminio dorado con fondo negro y con la tradicional forma cilíndrica de las pilas que todos conocemos.
Cada pieza es de 10.5 gramos de chocolate con sabor a café. Elaborado por la famosa firma Costruttori di Dolcezze de la región de Umbría, Perugia, Italia.
Añade al membrete respectivo la atractiva frase “La energía del Cioccolato”, para hacer mucho más atractivo y apetitoso el producto, recargándose de potencia dulce.
El original envase es una muestra patente del ingenio en la promoción de un artículo para otorgarle un toque particular y generar interés adicional en el consumidor.
No se trata de vender, por vender. No. El mundo actual exige mucho más de creatividad que la que poseían nuestros abuelos.
Por eso se justifica el empleo de todos los recursos lícitos a la mano en la presentación de un producto.
Mientras más genuino y particular sea, habrá oportunidad de conseguir mejor preferencia en el público.
Bien. Hoy quisimos compartir con ustedes esta agradable sorpresa enviada desde Europa por Akemi, en uno de sus frecuentes viajes académicos para participar en congresos de su especialidad.
De ahora en adelante, si en alguna ocasión están ante una cajita de éstas, no olviden cerciorarse bien de su contenido.
No vaya a ser que crean que son chocolates y terminen destrozando sus dientes por querer comerse una pila…
A simple vista aparecen dos empaques de pilas del tipo AA perfectamente embalados. Tal como podrían apreciarse en la vitrina de una tienda o un super mercado.
Sin embargo. No es cierto. Uno de ellos es falso. ¿Pueden identificarlo…?
Miren bien. Concéntrense. No desprendan los ojos de la foto y den su veredicto.
Es posible que hayan acertado. Claro. Por su nombre comercial familiar, es fácil inclinarse por las baterías de la izquierda.
El envase derecho no contiene lo que nos imaginamos. Su mismo nombre lo dice “Choco Power”. ¡Son chocolates…!
Pertenece a la línea de los llamados euro-chocolates. Envueltos en papel de aluminio dorado con fondo negro y con la tradicional forma cilíndrica de las pilas que todos conocemos.
Cada pieza es de 10.5 gramos de chocolate con sabor a café. Elaborado por la famosa firma Costruttori di Dolcezze de la región de Umbría, Perugia, Italia.
Añade al membrete respectivo la atractiva frase “La energía del Cioccolato”, para hacer mucho más atractivo y apetitoso el producto, recargándose de potencia dulce.
El original envase es una muestra patente del ingenio en la promoción de un artículo para otorgarle un toque particular y generar interés adicional en el consumidor.
No se trata de vender, por vender. No. El mundo actual exige mucho más de creatividad que la que poseían nuestros abuelos.
Por eso se justifica el empleo de todos los recursos lícitos a la mano en la presentación de un producto.
Mientras más genuino y particular sea, habrá oportunidad de conseguir mejor preferencia en el público.
Bien. Hoy quisimos compartir con ustedes esta agradable sorpresa enviada desde Europa por Akemi, en uno de sus frecuentes viajes académicos para participar en congresos de su especialidad.
De ahora en adelante, si en alguna ocasión están ante una cajita de éstas, no olviden cerciorarse bien de su contenido.
No vaya a ser que crean que son chocolates y terminen destrozando sus dientes por querer comerse una pila…
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