Libman se dispone despejar ante la mirada de Fernández. Al final, ambos intercambiaron camisetas... (El Comercio)
Sporting
Cristal llegó a Trujillo, para enfrentar a la Universidad César Vallejo en el
Mansiche, con dos días de anticipación y varios argumentos a su favor.
Es
el puntero del torneo descentralizado. Venía de golear en sus tres últimos
partidos y traía entre sus filas a uno de los mejores jugadores del certamen.
Aparte
del antecedente que el elenco local no lo pudo vencer nunca en los duelos del
año pasado.
Vallejo,
en cambio, estaba golpeado. Fue obligado a traer en la canasta los cuatro goles
que le anotó el Real Garcilaso (que acaba de clasificarse a los cuartos de
final de la Copa Libertadores) en el Cusco.
Pese
a todo, el cotejo despertó expectativa. Los trujillanos tenían la oportunidad
de demostrar que eran capaces de dejar atrás el pasado y reponerse.
Y
no se equivocaron. Con un planteamiento efectivo en ataque y defensa neutralizaron
todas las líneas del campeón del 2012.
Sin
ningún complejo, acosaron desde el
principio la valla de Penny en busca del triunfo y el deseo de mantener el
invicto en casa.
Generando
fútbol a base de velocidad y toques precisos, pusieron en aprietos a la defensa
adversaria. Desdibujaron su estructura.
Del
medio campo para atrás, fueron meticulosos en la marca y “mordieron” ante el
peligro cuando hubo necesidad de hacerlo.
Así
llegó el gol en la primera fracción. Pésimo rechazo de su ídolo Cazulo, raro en
él. Recogió Quinteros que disparó sesgado y el esférico besó las redes celestes.
Causó
extrañeza que el autor del tanto corrió para abrazar a un asistente (?). Todos
pensaban que iba en busca del técnico Rivera.
Al
final, mal el árbitro por cortar el contragolpe letal estando Cristal sin
arquero.
Se
trata, sin duda, de la mejor actuación de la UCV en lo que va de la
temporada. Que sirva para recuperar la
confianza y continuar en ascenso.
Todos
tuvieron calificación alta. Cedrón sigue
creciendo. Pero debe despojarse del personalismo que luce por momentos y
perjudica al grupo.
Por
instantes se escuchó algunos “oles” que, esperamos, sean más frecuentes. Bien
por la Vallejo. ¡Ahora sí, que venga Universitario que les ganó en Lima…!
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